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Entrevista:MERRILL HEATTER | Creador de 'El destape' (Antena 3)

"En un concurso, como en el deporte, todo el mundo tiene que conocer las reglas"

Merrill Heatter (Nueva York, 1926) pasa por lo que, en parte, es: un anciano millonario sobreexpuesto al sol de California que dedica los fines de semana a jugar al tenis en Beverly Hills. Pero, como él dice, su "disco duro" no para de trabajar. Su última idea es el concurso El destape, que ha creado para Antena 3 y que presenta desde el pasado lunes el ex triunfito Guillermo Martín (diario, 12.00).

Pregunta. ¿Está ya todo inventado en los concursos? ¿No es cada vez más difícil sorprender?

Respuesta. Absolutamente, cada vez resulta más difícil. ¿Qué no existe por ahí? Éste ha sido mi planteamiento desde hace décadas. Cuando en 1966 se me ocurrió Hollywood Squares [que en España estrenó Tele 5 como VIP], con nueve famosos en una pantalla gigante, como el 3 en raya, lo llevamos a las tres grandes cadenas de entonces. Todos lo rechazaron. Pero en la segunda visita a la NBC, un nuevo jefe sí lo quiso, pese a las reticencias de sus directivos. Lo hicimos durante 16 años, y eso me anima a seguir adelante.

P. Si hace 40 años ya se preguntaba qué se podía hacer de nuevo...

R. Me pasó hace dos meses, y con este mismo planteamiento surgió el concurso que preparamos con Antena 3.

P. ¿Cómo es?

R. Es una idea diabólica, un juego de guerra psicológica. Da igual lo listo que seas o lo que sepas. Tres concursantes se enfrentan a tres premios. Por ejemplo, uno de 500 euros, otro de 1.000 y otro de 2.500. Deben elegir uno, que se llevan si los otros dos no lo han escogido. Antes de tomar la decisión tienen la posibilidad de hablar entre ellos e indicar lo que tienen en mente, pero el único arma es el engaño.

P. ¿Cuál es la regla de oro de cualquier concurso?

R. No ser predecible ni aburrido. Un concurso tiene que ser divertido para los concursantes y los espectadores. Y si no consigue reunir esos dos aspectos... Es como inventar un deporte, todo el mundo tiene que conocer las reglas.

P. ¿Es importante que el espectador pueda jugar desde casa?

R. Desde luego. Con La ruleta de la suerte, la audiencia participa en el juego de palabras. Incluso en ¿Quién quiere ser millonario? Algunas preguntas son muy difíciles, pero el espectador tiene cuatro posibilidades para acertar.

P. La aparición de nuevas plataformas, como Internet o el teléfono móvil, ¿ha cambiado el concepto de los concursos en televisión?

R. El concepto no, pero sí ha cambiado que el público más joven desaparece hacia los juegos interactivos.

P. ¿La televisión se va a convertir así en un medio para adultos?

R. En cuanto a los concursos, hay un sesgo hacia la audiencia de mayor edad. La ruleta de la suerte es un éxito fantástico en Estados Unidos, pero la mayoría de los espectadores son personas con más de 40-45 años.

P. ¿Cuál es, a su juicio, el mejor concurso de todos los tiempos?

R. Hollywood Squares, ja, ja.

P. ¿Por qué se especializó en este género?

R. Perdí un trabajo en la CBS, porque retiraron un programa. Una productora de concursos de éxito buscaba a alguien para trabajar en verano como guionista y ayudante. Después de estar un año allí, me di cuenta de que se me daba bien. Si sabes hacerlo, es mucho más rentable que intentar vender guiones de películas. Vivo en Beverly Hills, y allí cada persona y su perro tienen un guión para vender, pero no una idea como El destape.

P. ¿Qué le anima a seguir trabajando a su edad?

R. No tengo otra cosa mejor que hacer. Juego al tenis los fines de semana, pero estoy programado de tal forma que mi disco duro siempre está trabajando.

P. ¿Qué momento viven ahora los concursos en EE UU? ¿Han sido relegados por otros formatos?

R. CBS está desarrollando 15 concursos, porque sabe que en la mayoría de los casos va a tener un programa de éxito de un año o dos. No hace falta que sea un exitazo durante 15 años para que funcione. Ponerlos en marcha cuesta mucho menos que estrenar una comedia o un drama. Éste es un factor muy importante para las cadenas. Tienen que ver cómo sacar más dinero gastando menos. Producir Deal or no deal [Allá tú] cuesta un millón de dólares (750.000 euros), y un capítulo de una hora de una serie cualquiera, dos millones. Además, se puede jugar con SMS, y eso no se puede hacer con una comedia. Por cada programa de Allá tú, la cadena ingresa 600.000 dólares con los mensajes. El paraíso.

Merrill Heatter.
Merrill Heatter.

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