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El Gobierno liquida con varios años de retraso los presupuestos de 1998 a 2004

El error de un parlamentario del PSE permitió al Ejecutivo sacar adelante la votación

Un golpe de suerte, el error de un parlamentario socialista que votó con el Gobierno, permitió ayer al Ejecutivo aprobar el proyecto de ley que contenía la liquidación de los presupuestos de siete años y que estaba condenado a la derrota. El Gobierno envió esas liquidaciones a la Cámara hace un mes, después de varios años de resistencia a los requerimientos de la oposición y del Tribunal de Cuentas para que cumpliera un trámite obligado por la ley. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, contempló el debate, pero ni siquiera intervino para defender el proyecto.

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El alto grado de accidentalidad que viene marcando la aprobación de los presupuestos desde 1999 se hizo presente también ayer en la votación del proyecto de ley en el que el Gobierno presentó por fin la liquidación de las cuentas de siete ejercicios, los comprendidos entre 1998 y 2004.

Un error del parlamentario socialista y vicepresidente de la Cámara, Miguel Buen, que votó a favor del proyecto con los grupos que apoyan al Gobierno, regaló al Ejecutivo una votación que estaba condenado a empatar, y eso gracias a las ausencias por enfermedad de la portavoz y presidenta del PP, María San Gil y de la parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro. La votación debería haberse repetido en el próximo período de sesiones y en el mejor de los casos, un nuevo empate, habría hecho decaer el proyecto de ley.

Se saldó así en favor del Gobierno, en medio del regocijo de los grupos que lo apoyan, un pulso que mantiene desde hace al menos años con la oposición, y en particular el PSE-EE, por el incumplimiento de esta obligación establecida en la Ley de Régimen Presupuestario.

La persistencia en su negativa a enviar la liquidación anual de los presupuestos a la Cámara llevó incluso al Tribunal de Cuentas a reconvenir al Ejecutivo, por escudarse en la inexistencia de un plazo concreto en la ley para zafarse de este trámite. La oposición tuvo siempre la impresión de que el Gobierno lo eludía por temor a encontrarse ante la liquidación de las cuentas con las mismas dificultades que se ha topado año tras año para aprobar las de cada ejercicio.

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La parlamentaria del PSE-EE, Joana Madrigal, recordó en el debate que en los siete ejercicios liquidados ayer el Gobierno sólo ha aprobado dos presupuestos, el de 2000, pactado con Euskal Herritarrok, y el de 2003, por la ausencia del parlamentario popular Jaime Mayor Oreja. "Ha sido el período presupuestario más negro y de más utilización tramposa del reglamento de la Cámara" para sacar adelante las cuentas anuales, dijo Madrigal.

"Intoxicación de papel"

El envío en mayo del proyecto de ley en el que el Gobierno ha acumulado las siete liquidaciones vino dado por una moción aprobada en febrero, con el concurso ya del tripartito, que comprometía al Gabinete a cumplir con su obligación antes del fin del período de sesiones, que se clausuró ayer.

La portavoz socialista calificó de "impresentable" que el Gobierno haya vuelto a faltar a la norma enviando todas las liquidaciones juntas en un proyecto de ley, cuando lo establecido es un proyecto para cada ejercicio presupuestario. También le reprochó la "intoxicación de papel" a que ha sometido a la oposición al actuar de este modo. Este proceder lo atribuyó Madrigal al "empeño por zafarse del control de la oposición".

El popular Anton Damborenea acusó al Gobierno de haber incumplido la ley "hasta el final", en referencia al trámite de ayer. "Cada presupuesto requiere un proyecto de ley, y cada proyecto, un debate" separado, reprochó. Damborenea destacó que los anteriores gobiernos habían logrado reducir a un año el retraso en este trámite final previsto por la normativa presupuestaria, de tal modo que las cuentas de 1995, por ejemplo, se liquidaron en 1997. Ese plazo le pareció razonable en contraste con los ocho años -todos los que lleva gobernando el actual lehendakari- de incumplimiento de esa obligación. "Ahora cierran siete ejercicios y nos entierran en 3.000 folios de papel", reprochó también el popular. "Nos parece una burla el debate de hoy" se quejó. Damborenea reprochó a la vicelehendakari Zenarruzabeitia que permaneciera sentada sin salir a la tribuna a defender el proyecto. "No lo hace porque esta actuación es ilegal, como las anteriores", acusó.

El portavoz del PNV, Ricardo Gatzagaetxeberria, admitió que puede haber irregularidades, pero "sin efecto jurídico" y emplazó a Damborenea a ir a los tribunales si cree otra cosa.

El socialista Miguel Buen, que se equivocó en la votación, conversa con la presidenta de la Cámara.
El socialista Miguel Buen, que se equivocó en la votación, conversa con la presidenta de la Cámara.P. J. PHANSE

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