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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Leopoldo Lovelace, un monárquico de don Juan

Recordaré siempre a mi padre montado en su modesta moto Rieju, junto con mi madre que viajaba "de lado", emprendiendo el viaje de 700 kilómetros, para asistir a la recepción que don Juan, conde de Barcelona, ofrecía todos los años en Villa Giralda, Estoril, el día de San Juan. Ese viaje anual expresaba mejor que nada su lealtad al jefe de la familia real.

En los difíciles años cuarenta participó en toda clase de actividades políticas a favor de la restauración de la Monarquía, para él ligada absolutamente al restablecimiento de la democracia en España y la reconciliación de los españoles.

En 1947, junto con un pequeño grupo de entusiastas, publicó una revista clandestina denominada Restauración, en cuya portada lucía don Alfonso XIII. Detenidos y juzgados por el célebre tribunal de "represión de la masonería y el comunismo", estuvo 13 meses en la cárcel entre los miles de presos políticos, socialistas, anarquistas y comunistas, que en esos años se hacinaban en Carabanchel. Como curiosidad, mencionar que el pequeño grupo de monárquicos fue situado en la galería de "CNT y superior cultura" junto con los anarquistas.

Hasta la abdicación de don Juan, mi padre militó tenazmente a favor del reconocimiento de sus derechos, enrolado en las filas de los monárquicos liderados por Joaquín Satrústegui, al que pertenecían Jaime Miralles, Vicente Piniés y otros.

Fue detenido en 1956, a punto de ser deportado con ocasión del Contubernio de Múnich, agredido por los falangistas en las calles de Madrid, multado por firmar manifiestos.

Estuvo presente en todos los acontecimientos de la Casa del Rey, desde el entierro del joven infante don Alfonso, la boda en Atenas del futuro rey don Juan Carlos, el entierro de la reina Victoria Eugenia en Suiza.

Su adhesión absoluta a don Juan no le impidió mantener un amplio espectro de amistades de cualquier signo. Su tolerancia también se manifestó con sus hijos, a los que apoyó siempre, particularmente en la época del Movimiento Estudiantil en la que nosotros tres fuimos varias veces detenidos, sin importarle que nuestras opciones políticas fueran distintas a las suyas.

Tuvo la enorme satisfacción en los últimos años de ser invitado a la ceremonia de traslado de los restos mortales de don Juan a El Escorial.

Falleció a los 86 años en Madrid, el pasado 21 de junio, siendo enterrado en el Cementerio Civil conforme a sus deseos. En su solapa lucía la insignia de JIII (Juan Tercero) que le acompañó toda su vida.

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