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El Valencia contrata a Miguel Ángel Ruiz para sustituir a Carboni

Miguel Ángel Ruiz (Toledo, 1955) impartió en su último trabajo un curso de dirección deportiva en la Federación Española de Fútbol en el que tuvo como alumno a Amedeo Carboni, a quien, curiosamente, sustituye ahora al frente de la secretaría técnica del Valencia. Carboni fue despedido la semana pasada por "falta de experiencia" en el cargo, según dijo el presidente del club, Juan Soler, quien en la pretemporada anterior aseguró que el italiano iba a "tapar muchas bocas" a los que le tachaban de inexperto.

Precisamente por esa supuesta experiencia ha fichado Soler a Ruiz, un clásico del Atlético de Madrid. Primero, como jugador, desde las categorías inferiores hasta el primer equipo; después, como director deportivo desde 1994 hasta 2000, periodo en el que alcanzó el cénit del doblete en la campaña 1995-96: la Liga y la Copa. Fue la época tumultuosa en la que el ya fallecido Jesús Gil fichaba jugadores por doquier. A Ruiz se le valora como gran acierto la contratación de Molina, mientras que sus principales fiascos fueron Philipauskas y Njegus.

En un mundo en el que no abunda, la honradez es otra de las virtudes que atribuyen a Ruiz quienes le han tratado en los últimos años. Tiempo en el que ha seguido teniendo cierto ascendiente sobre la familia Gil en la toma de decisiones deportivas del Atlético. Ello, a pesar de que en junio de 2002 fue nombrado director deportivo del Tenerife, cargo en el que sólo duró hasta marzo de 2003.

Acostumbrado a Gil, a Ruiz no le vendrá de nuevo el presidente valencianista, siempre dispuesto a accionar la guillotina. En tres años como dueño del club de Mestalla, Soler ya ha defenestrado a seis directores deportivos: Jesús García Pitarch, hoy en el Atlético; Claudio Ranieri, Eduardo Macià, Antonio López, Javier Subirats y Carboni. Ninguno le ha cuadrado.

Ruiz llega con una política de hechos consumados en forma de fichajes jóvenes y españoles: Arizmendi, Alexis, Sunny (nigeriano nacionalizado), Mata y la excepción del portero alemán Hildebrand, de 28 años, del Stuttgart. Eso sí, los grandes fichajes están por hacer: un central que sustituya a Ayala, un medio centro creativo y un delantero que acompañe a Morientes y Villa.

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