Rivera culpa al sector crítico de todos los males de Ciutadans
Falta de organización, falsos consensos y graves problemas de comunicación y coordinación. Son tan sólo algunos de los diagnósticos que recoge el documento que el presidente de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, presentó ayer para defender su candidatura en un congreso que se prevé agitado: el que tiene que celebrarse el próximo fin de semana en L'Hospitalet de Llobregat. A Rivera le han salido candidaturas rivales, como la que encabezará el profesor de Ciencia Política Luis Bouza-Brey. Curiosamente, todo lo que, según el actual máximo responsable de Ciutadans, ha salido mal en poco menos de un año de existencia de la formación política, está al cargo de personas que han decidido no continuar con él. Rivera presenta una ejecutiva renovada, 13 de las 20 candidatos se estrenan en el cargo. Francesc de Carreras le sigue apoyando, pero no figura en el equipo que ayer se presentó en Terrassa.
En el documento que presentó la candidatura de Rivera se arremete contra el "falso consenso" del primer congreso con el argumento de que "fue aprovechado por unos pocos para buscar, simplemente, sus cuotas de poder". Otra crítica es contra la organización del partido porque 'ha provocado múltiples conflictos, esfuerzos innecesarios y malestar general". Otro asunto que remediar, explica el documento, es el ideológico: "Si bien nos parece correcto ubicar el partido en el socialismo democrático y el liberalismo progresista, ambos conceptos políticos ligados a la izquierda, creemos que esa definición no ha logrado, por sí sola, llegar al votante de un espacio de centro izquierda".
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