El doble 'show' de Tyson Gay

Hace cuatro días, el atletismo mundial sólo hablaba de los cuatro fantásticos, de Tyson Gay, de Wallace Spearmon, de Walter Dix y de Xavier Carter, de la final de 200 metros del Campeonato de Estados Unidos en la que se enfrentarían cuatro jovencitos que han bajado de los 20s, cuatro cuyas marcas figuraban entre las seis mejores de la historia. Los 100 metros, habitualmente el acontecimiento, quedaban, de entrada, relegados. Ayer, en Indianápolis, donde corrían, y en todo el mundo, no se hablaba de cuatro atletas fantásticos, sino de uno fabuloso, y no se hablaba sólo del 200, el 100 también entraba en las valoraciones.

Se hablaba, evidentemente, del gran show de Tyson Gay, quien menos de 48 horas de ganar los 100 metros de una manera imponente -9,84s con medio metro de viento en contra-, se imponía más imponentemente aún en la final de los 200 metros, la dream final, con un tiempo de 19,62s. Sólo el gran Michael Johnson (19,32s en los Juegos de Atlanta 96) ha corrido el doble hectómetro más rápido que Gay.

Pero, finalmente, la carrera no fue un asunto de cuatro, sino de sólo dos, de Gay y de Wallace Spearmon, quienes, además, comparten el mismo entrenador, el curioso Lance Brauman, quien purga en una prisión de Kansas una condena de un año y un día por estafa y dirige a sus pupilos por teléfono, emails y con apuntes que les entregó antes de ingresar. Los otros dos no llegaron a la final: Walter Dix, quien hace unas semanas corrió en 19,69s, renunció después de quedar tercero en la final de 100 metros; Xavier Carter, la sensación de 2006 -cuatro títulos universitarios, 100, 400 y dos relevos; una marca de 19,63s en los 200m-, se rompió en semifinales y perdió, de paso, su oportunidad para estar en los Mundiales de Osaka.

Ayudado por una salida muy mejorada -los últimos meses ha trabajado para mejorar su punto débil con el eléctrico Jon Drummond-, Gay, de 24 años, mantuvo a raya a Spearmon, el campeón de 2006, quien también realizó un gran tiempo: 19,89s en la empapada pista.