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JOSÉ CEPEDA | Aspirante a secretario general del PSM

"Las etiquetas son cosa del pasado"

José Cepeda (Ciudad Real, 1968) es informático, pero lo que realmente le gusta es el rock and roll. Precandidato a la secretaría general del PSM desde ayer, no esconde que su bandera es la de la "rebeldía" y la "sorpresa". Intuye que su nombre no es el favorito de Ferraz. Ligado desde muy joven al sector guerrista del PSOE intenta que se "olviden las etiquetas" y presume de tener apoyos "en todos los espectros del partido". Habilidoso y prolijo en el verbo reivindica la "autonomía" del partido regional, aunque reitera su "lealtad" al proyecto de Rodríguez Zapatero.

Pregunta. Su corriente está ligada a lo que muchos han querido ver como los males del socialismo madrileño...

Respuesta. Soy del PSOE. Se dice que nos encantan las etiquetas y es falso. Yo soy felipista, leguinista, acostista... soy del diálogo.

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P. Pero de ustedes se comenta que son la herencia del pasado.

R. No lo sé. En este partido la gente se agrupa y se organiza para tomar posiciones. Los alcaldes creen que representan las esencias del socialismo, pues nosotros también. A mí me han aupado muchas personas de muy diversa edad y procedencia. Las etiquetas son del pasado.

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P. ¿Por qué andan siempre divididos?

R. Zapatero emergió dentro de una corriente, Nueva Vía. Es antiguo, pasa desde Julián Besteiro o Largo Caballero. Esto pasa en toda la sociedad, surgen distintos puntos de vista y eso es bueno. Los guerristas votaron a Zapatero y resultó un gran presidente y un gran secretario general.

P. ¿Y esa tendencia al maquiavelismo?

R. Uno de los males del PSOE es que se debate poco en términos ideológicos. Eso nos anquilosa. Los militantes deben participar más y debe haber más debate interno. La crítica bien entendida es buena.

P. ¿Hay algún padre de la derrota?

R. Fue una derrota sin paliativos. No fue cosa sólo de Rafael Simancas. Pero para superarla hace falta hablar con todo el mundo. No sobra nadie. Antes se decía que la gente valiente podía volver más frágil el proyecto socialista de Madrid. Lo necesario son los militantes.

P. ¿Cree que va a haber presiones desde el Comité Federal?

R. En todos los partidos de izquierdas se cohabita y hay fricción. Lo importante es que esos problemas no sean estructurales.

P. ¿Y ahora lo son?

R. No debe haberlos.

P. ¿Usted defiende sólo a su fracción?

R. No me da miedo trabajar por un proyecto colectivo. Mi responsabilidad es por y para los militantes. Me preocupa que se cree un debate de nombres propios.

P. Dicen que todas las papeletas de ganador las tiene Tomás Gómez...

R. Algunos ya van de ganadores. Esto es como la Liga, que el Barça iba de ganador... ¡Y perdió!

P. Usted parece que tiene un discurso muy dirigido a la militancia, ¿se olvida del votante sociológicamente próximo al partido?

R. Lo más importante es ilusionar a la militancia. Tienen el carné y no se sienten útiles. No ven recursos ni objetivos.

P. Algunos les acusan de estar apegados al poder porque no saben hacer otra cosa.

R. Yo no soy profesional de la política. Soy informático. Mi gente es la base. Soy el candidato de la base. Mi candidatura no se ha fraguado en las alfombras de un hotel de lujo.

P. ¿Ustedes se sienten afectados por la política nacional?

R. La política nacional ha influido en los resultados. Pero mi objetivo es reforzar el proyecto socialista de cara a las generales.

P. ¿Le hace ilusión ser candidato?

R. Soy muy optimista. Me ilusiona saber que pertenezco al único partido en el que puedes llegar arriba desde la base.

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