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Reportaje:CHRYSLER SEBRING 200C 2.0 CRD LIMITED | PRUEBA

Una berlina americana con corazón europeo

El nuevo Sebring es una berlina familiar equiparable a las propuestas europeas de su tamaño para quienes buscan modelos asequibles que se salgan de la norma. Tiene una línea y un interior sencillos y diferentes, y una mecánica acorde a los gustos europeos, con un buen turbodiésel y un comportamiento cómodo y eficaz. Y también incluye un completo equipo de serie sin penalizar los precios.

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Dinamismo y economía

Diseño estadounidense con una mecánica y comportamiento muy europeos. El nuevo Chrysler Sebring es la propuesta de la filial de Estados Unidos de Mercedes para competir con las berlinas populares de nuestro continente. Esta alternativa a los Peugeot 407, Ford Mondeo y otros tiene un tamaño más compacto de lo habitual al otro lado del Atlántico y una imagen original, pero sin estridencias estéticas. La mecánica es también acorde con los gustos europeos, y cuenta con un turbodiésel de VW y unas suspensiones con un buen equilibrio entre estabilidad y confort para poder circular con seguridad en las carreteras de aquí, más viradas y accidentadas. Pero aparte de ofrecer una imagen diferente, se vende a unos precios correctos (desde 24.260 euros), que incluyen un buen equipo de seguridad, con seis airbags y ESP de serie.

Imagen diferente

El nuevo Sebring es una de las berlinas medias más grandes, mide 4,85 metros de largo y supera incluso al nuevo Mondeo (4,77). Mantiene la longitud del modelo anterior; pero, a pesar de ser 10 centímetros más alto, conserva una línea estilizada y no parece tan grande y aparatoso por fuera.

El frontal es lo más original, y tiene un capó delantero con unos listones resaltados que, junto a la elegante parrilla de Chrysler, definen su personalidad. El lateral presenta unos trazos ascendentes y unos pliegues muy marcados para realzar su carácter. Y cuenta con una zaga corta inspirada en las carrocerías de cinco puertas que integra la tapa del maletero.

En el plano práctico se ha mejorado casi un 100% la rigidez de la carrocería, adoptando aceros especiales para mejorar el dinamismo y la seguridad, y tiene una aerodinámica aceptable (CX: 0.33). Pero el resultado es un coche de imagen algo anodina, aunque con un rostro diferente.

Diseño y acabados austeros

A pesar de sus medidas externas, el interior no impacta por su amplitud, y presenta un diseño más simple y menos cuidado que el de las berlinas europeas. Las plazas delanteras son correctas en espacio, aunque con unos respaldos duros que sujetan poco, y tiene una altura más que suficiente detrás y es muy amplio en la zona de las piernas. Pero la banqueta está configurada para dos plazas, y la tercera del centro es incómoda. Los acabados son austeros, con plásticos poco vistosos y ajustes mejorables, y tampoco destacan los huecos, porque incluye bolsas pequeñas en las puertas y los respaldos, cuatro posavasos y un apoyabrazos con dos repisas interiores.

Por lo demás, la insonorización deja oír más de la cuenta el ruido de la mecánica, pero tanto el motor turbodiésel como las suspensiones permiten viajar a buen ritmo con confort y seguridad.

Gasolina y turbodiésel

La gama del Sebring 200C incluye dos motores, un moderno 2.0 VVT de gasolina con 156 CV (desde 24.260 euros) y un 2.0 TDi de origen VW y 140 CV (a partir de 25.100), ambos con cambio manual, el primero de cinco velocidades y el otro de seis. Se venden en el acabado básico Touring y el diésel también en el superior o Limited, pero todas las versiones tienen tarifas competitivas y una relación generosa entre precio y equipamiento.

La variante básica incluye un buen equipo de seguridad, con seis airbags, ABS, control de estabilidad ESP y sensor de presión de ruedas, y también climatizador, ordenador de viaje, radio-CD con MP3 y mandos en el volante, llantas de aleación de 17 pulgadas, alarma y otros detalles. El Limited, que cuesta 2.700 euros más, suma la regulación eléctrica del asiento del conductor, tapicería de cuero, control de velocidad, un equipo de música superior, llantas de 18 pulgadas y adornos cromados. No hay opciones, salvo un DVD que se integra detrás del apoyabrazos central (800 euros).

La gama se completará a principios de 2008 con un motor 2.7 V6 de gasolina con 190 CV y cambio automático de seis marchas, y con la versión descapotable.

Conclusión

El Chrysler Sebring es una berlina grande con el plus de originalidad de las marcas minoritarias. Tiene una línea discreta, un interior amplio y unos acabados austeros. Ofrece un comportamiento cómodo y seguro, un turbodiésel de VW que gasta poco y un completo equipo de serie. Y tiene una buena relación entre precio y equipamiento. Un familiar para quienes buscan modelos poco vistos.

ACABADOS SENCILLOS Y AUSTEROS

Aunque los tonos claros, la tapicería de cuero y los adornos de madera del acabado Limited del Sebring crean un ambiente vistoso y aparente, el diseño es muy sencillo y lineal, y presenta detalles menos refinados de lo habitual en los modelos europeos equivalentes, como el ajuste de la tapa de la guantera o la calidad de materiales, con unos plásticos pobres en las puertas y la zona posterior de los asientos. La consola central es también espartana, aunque integra bien el equipo de música. En cambio, la tapicería bicolor de los asientos aporta un toque atractivo y elegante.Entre las soluciones prácticas destaca el respaldo del asiento del copiloto, que se abate hacia delante para poder llevar bultos largos y los psoavasos delanteros refrigerados. Tiene también unas plazas traseras con mucho espacio para las piernas; aunque la banqueta es baja, no sujeta bien en las curvas y está diseñada sólo para dos pasajeros.La capacidad del maletero es correcta (394 litros), pero algo justa para el tamaño del coche. Se puede ampliar abatiendo los respaldos, aunque la boca de carga es alta y estrecha, y resulta incómoda para meter los carritos de los niños.La zaga es muy convencional y sólo destaca el tamaño del escudo de la marca.

ALGO MAS CARO Y EQUIPADO

El acabado Limited del Sebring es algo más caro que las berlinas más económicas de su tamaño, pero incluye un equipo de serie superior, con detalles como asiento eléctrico del conductor, tapicería de cuero y llantas de 18 pulgadas. La altermnativa más asequible al nuevo Chrysler es el Chevrolet Epica, que cuesta 3.300 euros menos, y aunque tiene tapicería de cuero, no puede incluir el control de estabilidad ESP ni como opción. El Magentis es también 2.100 euros más barato y añade los sensores de lluvia y faros, pero sin tapicería de cuero. Y la diferencia con el Sonata baja a 1.800 euros, y el Hyundai viene también tapizado en cuero. En cambio, cuesta igual que el 407, una berlina europea de referencia. El Peugeot incluye un airbag más (de rodilla) y sensores de lluvia, faros y aparcamiento, pero el cuero se paga aparte (1.600 euros)

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