Heridas en la atracción de feria
Tres chicas salen despedidas de un columpio en Tres Cantos por un fallo de seguridad
La atracción del Viking Show, en el recinto ferial de Tres Cantos, estaba parada y precintada ayer por la tarde. Sólo los neones funcionaban después de que la Guardia Civil cerrara la instalación el jueves por la noche, a las 23.45, tras un accidente. Cinco jóvenes de entre 14 y 19 años resultaron heridas, según el Ayuntamiento tricantino.
La Guardia Civil y Emergencias 112 indicaron que tres de ellas cayeron de la atracción, una barcaza anclada a dos ejes laterales que se mueve de adelante hacia atrás y gira sobre sí misma. Otras dos sufrieron una crisis de ansiedad fuera del columpio. Dos jóvenes fueron trasladadas al hospital La Paz. Una presentaba una contusión en el lateral derecho que le afecta al hígado. La otra seguía en observación en la unidad de cuidados intensivos (UCI), con una contusión pulmonar, según una nota municipal.
El propietario del Viking Show, Eugenio A. Costids, explicó en su declaración a la Guardia Civil que el accidente se produjo porque "se abrió la barra de seguridad". El dueño no quiso hacer declaraciones ayer. Su hermana, Fátima Costids, aseguró rodeada de familiares que son feriantes con "más de 40 atracciones" repartidas por España y nunca les había ocurrido "nada parecido".
Según su versión, las tres jóvenes se subieron en una de las esquinas. Una barra metálica protege los asientos de tres en tres para evitar que se caigan con los giros del columpio. Pero la que debía sujetar a las chicas "no cerró bien, no hizo clac". El aparato detectó el error y se paró en seco al arrancar. Las tres salieron despedidas y cayeron por un hueco que queda debajo de la atracción cuando se retira la rampa de acceso. Los familiares aseguraron que un operario comprueba esas barras antes de que se ponga en marcha el Viking Show, aunque reconocieron que la de los asientos de las chicas no estaba cerrada.
La atracción, que funcionaba por primera vez en Tres Cantos la noche del accidente, fue revisada esa misma mañana por un técnico municipal y "cumplía los requisitos necesarios para dar su servicio", según el Ayuntamiento. Ayer volvieron los peritos, municipales y privados. La familia exhibió un certificado de la empresa Cepemar en el que constaba que la avería "ha sido reparada".
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