"A Hamilton se le acabará la suerte"

"Hamilton, Hamilton, Hamilton...". El nombre del compañero de Fernando Alonso en McLaren se repite una vez tras otra en los oídos del bicampeón del mundo de fórmula 1. "No me preguntáis de otra cosa que Hamilton, Hamilton...". El nombre del líder del Mundial suena machaconamente en un escenario surrealista: a 250 metros de altura, en la planta 47ª de la Torre de Cristal, uno de los cuatro rascacielos que se alzan en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid. Entre escombros y grúas, Alonso cumplió ayer con uno de sus patrocinadores rodeado de periodistas vestidos de obreros, con chaleco reflectante y casco, y obreros curiosos como periodistas. El acto, claro, fue monotemático: Hamilton, Hamilton...

"He sentido ya la presión ante Raikkonen y Schumacher", dice el piloto español

"De Hamilton siempre he hablado y hablaré. Es mentira que nos hayan prohibido hablar al uno del otro", aclaró Alonso. "Me ha sorprendido su regularidad", continuó. "Aunque lo ha tenido todo de cara. En Mónaco tocó cuatro veces el guardarraíl y no le pasó nada. Y en Canadá el coche de seguridad salió justo cuando más le favorecía. Tarde o temprano, se le acabará la suerte", apuntó el español, segundo a 10 puntos de Hamilton.

Para Alonso, la suerte se ha aliado con el británico y le ha dado a él la espalda. "He sido dos veces campeón del mundo y sé que hay que tener suerte. Yo la tuve el año pasado cuando Schumacher rompió el motor. Hamilton ha tenido suerte y no hay nada que hacer. Si la tengo yo, remontaré", prosiguió. Para enjugar su desventaja, el asturiano espera el periplo del Mundial por Europa: las carreras de Francia (1 de julio), Inglaterra (8), Alemania (22) y Hungría (5 de agosto). "En Europa siempre me he divertido. Soy muy optimista. Antes me tocaba defender la ventaja y ahora he de remontar. Faltan diez carreras y lucharé por el título. He estado peor que Hamilton y he de recuperarme siendo mejor. Quizá no he sido todo lo agresivo que podía, pero lo que quieres es sumar puntos. Al final, ya arriesgaré", dijo Alonso.

El bicampeón se ha encontrado con un rival inesperado. El debutante, de 22 años, ha dado una lección tras otra de pilotaje y control de la presión. Y ha crecido sin freno: tercero en la primera carrera, segundo en las cuatro siguientes y campeón en las dos últimas. Alonso, ganador en Malaisia y Mónaco, ha ido más de una vez a rueda de su compañero. Como en Indianápolis, cuando el británico cerró "con una defensa agresiva, pero no irregular", sus intentos de adelantamiento.

La rivalidad entre ambos se ha convertido en "una lucha incómoda". "No hay guerra interna. Después de Canadá, dije que no me sentía cómodo porque el equipo se alegraba más cuando ganaba Hamilton. Lo vio todo el mundo. Pero es entendible. Es la consagración de un piloto que han formado. Si yo estuviera en un equipo español, pasaría lo mismo. El algo que no me tiene que afectar. Intentan desestabilizar al equipo y no lo van a conseguir. He sentido ya la presión contra Raikkonen y Schumacher", aclaró el ovetense.

¿Se ha aprovechado Hamilton de su trabajo? "Los viernes son días de muchas pruebas. Otros años dábamos sólo cuatro o cinco vueltas para conservar el motor y no había tanta información. Ahora damos 60 o 70 y hay muchos datos. El equipo le dice a un piloto lo que hace bien el otro. Hamilton saca bastantes cosas nuevas porque normalmente es la primera vez que está en ese circuito", concluyó Alonso.