Tacto rectal

Los oficinistas de Camera café (Tele 5) tuvieron que someterse el martes a una revisión médica bastante radical. Una de las pruebas consistía en un tacto rectal, lo cual creó un pánico comprensible entre la plantilla, sobre todo cuando se supo que no sólo te metían el dedo, sino, ay, la mano entera. "Ha sido ver el guante y desmayarme", dijo el espléndido personaje de Cañizares. A su manera, esta oficina siniestra es un compendio metafórico de las relaciones laborales y, por extensión, humanas. La diversidad de estereotipos es tan verosímil que sólo puede calificarse de realista. Se aprende más viendo este programa que escuchando a los secretarios generales de CC OO y UGT. En Camera café queda claro que la lucha de clases ha sufrido una notable mutación y que el privilegio de tomar un café malo delante de una máquina es un logro sindical con voluntad de permanencia. Derecho adquirido le llamaban en mis tiempos.

Ahora que tanto se conmemoran los treinta años de las primeras elecciones democráticas, desconcierta comprobar el poco protagonismo televisivo que tienen algunos pilares de aquella transición. Actualmente, la presencia del sindicalismo en pantalla es casi nula, a no ser que un sindicato de pilotos decida colapsar el país. Lo último que se recuerda es el pollo que montó Alfredo Urdaci en su día cuando se deletreó encima las siglas CC OO. Hoy resultaría imposible un debate como aquel famoso encuentro entre Camacho y Redondo en el que, con su simpatía característica, Nicolás le dijo a Marcelino: "Mientes, Marcelino, y tú lo sabes". ¿Se imaginan la audiencia que conseguiría un debate entre secretarios generales? Ni siquiera mintiendo lograrían un share resultón. Desde entonces hemos asistido a alguna ruidosa protesta sindical en España directo, pero, por lo demás, los planes de reestructuración y el pragmatismo se han llevado por delante el valor intimidatorio de unas barbas y unos jerseys que ya no asustan a nadie. En otras palabras: la amenaza del dedo y de la mano entera están ganando la batalla.