Orozco nombra provisionalmente gobierno en Lugo sin esperar al acuerdo con el BNG

"Muy complicadas". Así son las negociaciones entre socialistas y nacionalistas para alcanzar un pacto de gobierno en el ayuntamiento de Lugo y así lo admitió su alcalde, Xosé López Orozco, quien ayer se vio obligado a nombrar una junta de gobierno provisional. El regidor recordó que siempre "está presente" la posibilidad de gobernar en minoría y calificó de "totalmente imposible" la pretensión nacionalista den contar con una única tenencia de alcaldía. El BNG, por su parte, tampoco acepta aplicar a Lugo el modelo de varias tenencias adoptado en A Coruña.

PSOE y BNG retomaron las negociaciones, abandonadas el viernes, pero el desencuentro es tal que ni siquiera agotaron el tiempo fijado para la reunión. En materia programática las diferencias son siderales, ya que el BNG, explicó el portavoz socialista, Francisco Fernández Liñares, se empeña en hacer valer todo su programa "sin tener en cuenta que la relación de concejales es de doce a cuatro". "Estamos bastante lejanos", resumió.

Liñares reiteró la "voluntad de pactar" del Partido Socialista, aunque también aseguró que no es algo "absolutamente imprescindible". "No nos apeamos de que tenemos doce frente a cuatro", añadió.

El BNG, según este mismo portavoz, insiste en su pretensión de rebajar las competencias del alcalde haciendo que los convenios los firmen los concejales que ostentan delegaciones. El PSOE interpreta que se trata de una cuestión de representación que corresponde "únicamente" al máximo responsable de la corporación.

Los socialistas plantearon seguir el modelo acordado en A Coruña, por lo que ofrecieron tres tenencias de alcaldía al BNG y se reservaron entre cinco y seis para el PSOE. Pero los nacionalistas no quieren saber nada de ese reparto. Su portavoz, Xesús Méndez, dijo que "para nada" se puede trasladar a Lugo y subrayó la imposibilidad de negociar otra cosa que no sea una única tenencia de alcaldía. "Existe un acuerdo marco en el que se definen los principios perfectamente. Nosotros los cumplimos y pedimos que la otra fuerza haga lo mismo", subrayó. Méndez considera que el acuerdo de Santiago no admite interpretaciones. "Si hay un gobierno en mayoría construido en torno al BNG tiene que ser un gobierno de coalición en pie de igualdad".

Aunque Méndez admitió que hay varios puntos en los que sí existe concordancia, lo cierto es que el mayor y casi único consenso ha sido establecer el día 25 como fecha tope para concluir las negociaciones.

Ante la posibilidad, más que previsible, de que las negociaciones no lleguen a cristalizar, López Orozco designó una junta de gobierno local para "no perder ni un solo día en el desarrollo de los temas pendientes". La decisión de Orozco no deja de ser un esbozo de lo que puede ser un gobierno en minoría donde el hasta ahora concejal de urbanismo, Xosé Ramón Gómez Besteiro, no figura con ninguna competencia ante la posibilidad de que se convierta en el nuevo presidente de la Diputación de Lugo.

Orozco aseguró no sentirse presionado por la dirección del Partido dos Socialistas de Galicia y reafirmó que las negociaciones son "muy complicadas". La única tenencia de alcaldía que reclama el Bloque, explicó López Orozco, es "totalmente imposible", aunque sólo sea por "dinámica de trabajo" y siempre "está presente" la posibilidad de gobernar en minoría.

No obstante, expresó su interés en llegar a un acuerdo: "Todavía tenemos confianza y aún queda tiempo".