IU da 48 horas a sus ediles de Leganés para retomar el pacto con el PSOE

Un "error político". Así define la ejecutiva federal de Izquierda Unida los tres votos en blanco que emitieron el sábado sus tres concejales en Leganés y que dieron la alcaldía al PP, después de 25 años con un gobierno de izquierdas. La ejecutiva exige "una actuación inmediata" para retomar las negociaciones con el PSOE. Los socialistas "de momento" no quieren oír hablar de pactos tras perder en directo, por sorpresa y ante más de 200 asistentes a la ceremonia de investidura un bastión que creían seguro. "Entré convencido de que saldría como alcalde", aseguró ayer el aspirante socialista, Rafael Gómez Montoya.

El sector crítico del PSOE leganense lo achaca a la "chulería" de los dos negociadores

Pero los tres ediles de IU en Leganés, Alarico Rubio, Raúl Calle y José Castejón, se saltaron un acuerdo federal que puede costarles el puesto. "Lo básico era no ceder a la derecha. Cualquier cosa antes que eso", aseguró ayer Montserrat Muñoz, dirigente nacional de IU. Muñoz concede "48 horas" a los tres díscolos para cambiar el rumbo o la ejecutiva actuará "de manera firme e inmediata" para retomar el pacto. También cargó las tintas contra el PSOE, al que acusó de ser "poco generoso" en una negociación "muy dura".

La victoria de la popular Guadalupe Bragado fue una ingrata sorpresa para el PSOE. "Nos garantizaron que habría pacto y no lo hubo, es IU quien tiene que explicar qué ha pasado", señala una portavoz de la gestora del Partido Socialista de Madrid (PSM). En todo momento, antes de la investidura, el candidato de IU, Raúl Calle, achacó la falta de acuerdo a que los socialistas le negaron el área de Deportes. Tras la votación aludió también a la falta de "acuerdo programático". El PSOE culpa a una ambición desmedida de la coalición. "Cada vez que volvíamos a reunirnos, pedían más", replica Gómez Montoya. La última oferta fue gestionar Urbanismo, Educación, Cultura y dos tenencias de alcaldía, según Gómez Montoya, "a pesar de que han pasado de cinco concejales a tres en las últimas elecciones".

"No vendemos a nuestra organización por el Urbanismo", replica Calle, ex primer teniente de alcalde, que estuvo al frente de la Empresa Municipal de Suelo de Leganés (Emsule).

Ambos partidos tienen sectores críticos en Leganés. Un miembro de esa vertiente del PSOE, compuesta por cuatro concejales electos, asegura que el desencuentro se fraguó durante meses. PSOE e IU fueron incapaces de sacar adelante los presupuestos de la Emsule porque no se reunieron "en un año".

Los socialistas críticos con Gómez Montoya pidieron a la ejecutiva regional de su partido que le permitieran participar en la negociación. No tuvieron éxito. "Ha habido chulería por ambas partes", asegura el citado portavoz.

Para los críticos de IU en Leganés, las respuestas de Calle son excusas. "He gestionado los deportes cuatro años y mis compañeros no fueron ni a oler lo que ocurría", asegura la ex edil de Deportes, Rosario Peña (IU). Como otros miembros de la coalición, pide "la expulsión" de los tres concejales. Peña achaca esta actuación a un "interés personal y desmedido" de Calle y acusa a sus ex compañeros de apoyar una operación "orquestada" con el PP.

El número dos de IU en la Asamblea, Gregorio Gordo, negó la acusación. En la Comunidad, la coalición se descolgó del comunicado nacional y responsabilizó directamente a la "prepotencia e incapacidad política" de los socialistas. Destacan que "en otras 20 localidades" se han cerrado acuerdos "a pesar de las dificultades". Su objetivo ahora es retomar la negociación pero con condiciones. "Queremos acordar un programa de actuaciones conjunto porque no somos los conserjes de ninguna finca".