Sin secretos de equipo
No debe haber secretos en un equipo de F-1. Nunca los ha habido. Todos los datos técnicos aportados por los pilotos oficiales y los de pruebas deben ser siempre compartidos. Si no es así, ¡cuidado! Se empezaría a destruir el equipo. Se especula últimamente con el hecho de que Hamilton está estudiando las telemetrías y las puestas a punto de Alonso. Es lo más natural. En mi equipo tengo a cuatro pilotos becados por Red Bull y los cuatro revisan con detenimiento los datos de sus compañeros. Y me molestaría que no lo hicieran. Somos un equipo y hay que aprovechar cualquier cosa que pueda ayudar a mejorar el rendimiento del coche y de los propios pilotos.
Alonso y Hamilton trabajan para el mismo equipo, McLaren Mercedes. Es lógico que toda la información se transfiera de uno a otro piloto. No hablamos de dos equipos distintos. No puedes crear dos grupos de trabajo, uno para cada piloto, y esperar que todo funcione. Si haces esto, es el principio del final porque estás dividiendo por dos todo tu potencial. Estoy convencido de que McLaren no lo hará. Conozco lo suficiente a Ron Dennis
[Villadelprat trabajó con él muchos años en McLaren] para saber que no permitirá que se escondan datos entre un piloto y otro. Ya ha vivido situaciones mucho más graves que la de ahora: con Lauda y Prost, con Senna y Prost. Dennis hará siempre lo que crea mejor para el equipo y no perjudicará a ninguno de sus dos pilotos, que tendrán el mismo material.
Sólo podría romperse esta norma si, en la última carrera, Hamilton y Alonso estuvieran destacados en el campeonato y se jugaran el título. En ese caso, a lo mejor podría permitirse que cada piloto trabajara con su grupo de ingenieros de forma separada sólo para aquella carrera, como algo excepcional. Pero nada más. La información telemétrica, la referente al comportamiento de los neumáticos y a las puestas a punto circula con fluidez en todos los equipos. Hasta el punto de que existe un programa infomático que permite sobreponer las vueltas de los dos pilotos para comprobar en qué puntos actuaron de forma distinta o se equivocaron. El secretismo no puede ni debe existir.
Todos esos datos son indispensables para mejorar. Es cierto que en estos momentos pueden ser una gran ayuda para Hamilton. Aunque estoy seguro de que también Alonso ha revisado la telemetría del británico cuando le ha superado en alguna vuelta, para ver dónde le ha ganado y saber por qué. Pero, no hay que engañarse, quien gana las carreras es el piloto. A Hamilton todo le ha ido de cara en las siete carreras disputadas: lleva ya dos pole positions y dos victorias. Pero quien ofrece más garantías con vistas al título sigue siendo Alonso, que es un doble campeón mundial. Tarde o temprano, Hamilton cometerá algún error o tendrá algún problema. Es poco probable que todas las variantes le sigan cuadrando en cada carrera.
Alonso es mucho más cerebral, es mejor piloto. Está corriendo con la cabeza, sabiendo que el título se gana al final y que eso es lo importante y no lograr el mejor tiempo en cada circuito. En McLaren es el referente porque tiene experiencia en la puesta a punto, sabe sentir el comportamiento del coche mejor que nadie y es el más rápido en igualdad de condiciones. Por eso es lógico que Hamilton le estudie hasta el último detalle. También es lógico que Alonso intente esconderle, con medias verdades, algunos detalles hasta el último momento para intentar llevarle por el camino equivocado. Forma parte del juego.
Pero Alonso y Hamilton no pueden convertir su batalla personal en el centro de atención del equipo. No deben perder de vista que sus principales rivales son Ferrari, que sigue estando muy cerca y es un equipo muy potente, y BMW, que está creciendo a pasos de gigante. Si ellos lo olvidan, ahí estará Dennis para recordarles que lo más importante para él es McLaren, no sus dos pilotos.
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