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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Incombustible

El renovado puerto valenciano bien podría ser Las Vegas de Joe Cocker. Un lujoso cementerio de elefantes donde escenificar gloriosos logros pretéritos en diálogo con la autoparodia. Entre yates de alta alcurnia y caros bares de diseño -y una entrada muy distante del pleno aforo- comenzaba la gira europea del cantante de la eterna voz rasgada. Pero su actuación rayó a una altura tan digna que apenas dejó resquicio para la lástima. Al contrario: sería de necios negar el excelente estado de su castigada garganta (a sus 63 años) y la impecable sonoridad de una precisa banda. Todo pese a contar con un previsible guión de Hollywood, esbozando de forma alterna los temas de su último trabajo y amarrando con todos los clásicos. El símil cinematográfico no es gratuito: su recuperación de Up where we belong (el almibarado tema de Oficial y caballero) y You can?t leave your hat on (de Nueve semanas y media) fueron de lo más aplaudido. Y apenas son dos botones de muestra del mucho partido que el vocalista de Sheffield ha extraído del repertorio ajeno. Cocker sigue siendo un extraordinario obrero de la interpretación que exprime sin complejos el legado de Beatles (aquel With a little help from my friends que le propulsó en Woodstock'69), Screamin' Jay Hawkins (I put a spell on you) o John Fogerty (As long as I can see the light). Una voz tallada a la medida del soul y el rythmn'n'blues que se resiste a extinguirse.

Joe Cocker

Anfiteatro Port America's Cup. Valencia, vienes 15 de junio de 2007

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