Alberto Fabra aboga por aupar a Castellón a una posición de "líder"
El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, apostó ayer en su discurso de toma de posesión por hablar de la ciudad que quiere para el futuro. "Quiero una ciudad líder, que participe de la grandes decisiones y de los grandes avances sociales en la gestión de una Europa desde el municipalismo". Para ello va a "exigir que Castellón no sea marginada". Su voluntad, dijo, es "exigir y reivindicar donde haga falta" con el fin de poner a Castellón "en el lugar que le corresponde". Dijo que será "leal" con las instituciones, "pero sin dudar en negociar y reclamar ante las administraciones central y autonómica los proyectos imprescindibles para que el futuro de Castellón tenga las oportunidades que se merece".
Alberto Fabra fue elegido alcalde con los votos de los 14 concejales del PP, mientras que los 12 ediles socialistas apoyaron al candidato del PSPV, Juan María Calles, y el del Bloc, Enric Nomdedéu, se votó a sí mismo.
Con citas de Max Weber y Luther King, Fabra pidió a todos los ciudadanos que "se involucren" y destacó tres pilares básicos sobre los que desarrollará su política de gobierno: los componentes del Grupo Popular, su familia y los ciudadanos de Castellón. Además, nombró a la Universidad Jaume I, al tejido empresarial, el comercio tradicional, el puerto pujante, la pesca y la agricultura.
Calles, portavoz del Grupo Socialista, ofreció colaboración al gobierno municipal, pero sostuvo que combatirá "las malas prácticas democráticas, los engaños, la falta de transparencia, la manipulación, las políticas informativas interesadas, la compra de voluntades, la demagogia, el discurso victimista, y la inacción".
Por su parte, Enric Nomdedéu apuntó que los tres ejes sobre los que se debería articular la acción del nuevo gobierno municipal son "el debate estratégico sobre el futuro de Castellón, la atención prioritaria a las cosas cotidianas y la proximidad a la ciudadanía".
