Ballesteros añade Tarragona al resto de capitales que gobierna el PSC
CiU recupera Tortosa y gobernará en solitario en El Vendrell
Josep Fèlix Ballesteros (PSC) se convirtió ayer al mediodía en el nuevo alcalde de Tarragona, en sustitución de Joan Miquel Nadal (CiU), quien, tras 18 años en el cargo, no asistió a la sesión de investidura. Ballesteros resultó escogido con los 13 votos socialistas y con dos más de ERC, que por primera vez desde la restauración de la democracia participará en el ejecutivo local tarraconense.
El PSC se hace así con la única capital catalana que no gobernaba y se afianza como la fuerza dominante en el Camp de Tarragona, aunque en toda la provincia CiU continúa como la fuerza más votada y ostentará la alcaldía en cuatro de las diez capitales comarcales, las mismas que el PSC.
Ballesteros y el republicano De los Ríos abogaron por un nuevo gobierno que acentúe el diálogo, la participación ciudadana y que "mire hacia el futuro". "El pasado, pasado está", señaló el republicano, quien insistió también en reforzar la "catalanidad" de Tarragona, lo que le mereció reproches desde las filas populares, que anunciaron beligerancia. CiU prometió una "oposición constructiva" y "situar los intereses de Tarragona por encima de todo".
El cambio de color político en Tarragona ha dejado en manos de las izquierdas las dos principales ciudades del territorio. En Reus, la fórmula del tripartito se repitió ayer por tercera vez consecutiva y Lluís Miquel Pérez volverá a ostentar la alcaldía con el apoyo de ERC e ICV. En Cambrils, se repetirá la misma fórmula por segunda vez consecutiva con Robert Benaiges al frente.
Por el contrario, CiU recuperó ayer para su candidato Benet Jané la alcaldía de El Vendrell (Baix Penedès), una de las plazas en las que con más fuerza ha irrumpido la formación xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC). Jané fue elegido con los siete votos de los nacionalistas y el apoyo de dos ediles populares, con lo que se quedó a dos votos de la mayoría absoluta. Así, CiU gobernará en solitario y en minoría, tras haber fracasado la propuesta de pacto PSC-CiU con Jané de alcalde y el gobierno de unidad CiU-PSC-PxC-PP-ERC que perseguía el nacionalista.
Convergència también gobernará en minoría en Valls (Alt Camp). Dolors Batalla fue elegida con los únicos votos de CiU. ERC, su socio en el pasado mandato, se ha dado un plazo de dos semanas para decidir si entra en el gobierno o se queda en la oposición.
Otro cambio significativo se produjo en Salou, donde compartirán la alcaldía el PSC y CiU. Ambas fuerzas y el partido local RDS han arrebatado el mando al único alcalde que había conocido la ciudad desde su segregación en 1989 de Vila-seca, Esteve Ferran.
CiU también volverá al gobierno de Tortosa (Baix Ebre), ocho años después de perderlo a favor del socialista Joan Sabaté. Ferran Bel, que gobernará en coalición con ERC, recibió en su investidura el voto del PP. En Terres de l'Ebre, CiU se convierte en la fuerza de referencia pese al avance de ERC en localidades como Deltebre, donde ostentará la alcaldía. Pese a la marcha del histórico alcalde nacionalista de Amposta, Joan María Roig, su sucesor, Manel Ferré, revalidó la mayoría absoluta.
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