"Las armas son un tema abandonado por la historia"

Valentín Vallhonrat ha trabajado durante años en el estrecho margen entre lo real y lo ficticio. En su propuesta más reciente, fotografía piezas bélicas en relación con imágenes de armamento antiguo reflejadas en fotos del siglo XIX para el proyecto Tender puentes del Fondo Fotográfico de la Fundación Universitaria de Navarra, en el que también participarán Joan Fontcuberta o Roland Fischer.

"En el siglo XIX los álbumes se convirtieron en un catálogo que sustituyó a la descripción literaria"

Reflexionar sobre aquellos temas que le interesan como la autoría de una obra o la falta de posición ante una representación, que enlaza con el que él considera "la pérdida del alma en las fotografías de objetos artísticos", es lo que investiga el artista Valentín Vallhonrat (Madrid, 1956) en su proyecto Tender puentes. Para ilustrar esa carencia de autor, el fotógrafo presenta la imagen de un casco morisco de Boabdil, El Rey Chico de Granada, firmada en 1860 por Charles Clifford aunque la que realmente tomó la instantánea fue su mujer. El otro tema que preocupa a Vallhonrat está en el origen de la imagen en papel, y para su trabajo se remonta hasta W. H. Fox Talbot, padre de la fotografía en negativo-positivo, "al que faltó la visión de artista" y que, al fracasar su proyecto, dejó la patente y desarrolló un procedimiento con tinta. Vallhonrat ha logrado con sus fotos crear un lenguaje sólido del que extrae lo que no es directamente visible.

El artista ha fotografiado armamento de varias épocas para un proyecto destinado al Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra. "No he logrado los permisos necesarios para poder retratar las piezas con la luz y el espíritu que había imaginado inicialmente y he resuelto esos problemas con un planteamiento diferente de la imagen similar al que se hacía en el XIX", según Vallhonrat. Él expone ahora en la galería madrileña Elba Benítez un avance de lo que será en 2008 su participación definitiva en el proyecto Tender puentes de la fundación de la citada universidad, que conserva un fondo documental con más de 8.000 fotografías y 120.000 negativos de todas las etapas de la imagen en España. El citado proyecto desarrolla un diálogo entre las primeras imágenes sobre papel del XIX -de las colecciones de la fundación- y el trabajo de artistas del XXI. El encargo a varios fotógrafos contemporáneos -como Joan Fontcuberta, Roland Fischer o Bleda y Rosa, entre otros- consiste en establecer un diálogo con los autores del XIX y hacer una reflexión conceptual sobre aquellas áreas que no se han aclarado.

En su reflexión para llegar al punto artístico que le interesa presentar, Vallhonrat investiga sobre "el poder dominante y de cómo el patrón de representación del lenguaje está cambiando y a punto de ser desmantelado". Explica entonces que "las mismas razones que hicieron a Talbot abandonar su proyecto The pencil of Nature son las que abrieron la puerta a la inacabable serie de frustraciones que generaciones enteras de fotógrafos han sufrido en torno a la resolución de la imagen final, la fidelidad al original, la permanencia de las imágenes, los soportes y la estabilidad del color. A todos estos problemas de comunicación, de permanencia, de miedo a desaparecer, de apego a la existencia y a los objetos, nuestra tradición ha respondido con razones técnicas que se han ido desarrollando a lo largo de los siglos".

El incipiente trabajo mostrado por Vallhonrat se presenta en un álbum y explica las razones que le han llevado a elegir ese formato. "Desarrollado por otros, aparecieron los álbumes como catálogos de realidad, pero con unas reglas fijas. Ese proyecto se ha mantenido intacto prácticamente hasta Robert Frank y cualquier otro que no siguiera ese patrón era desplazado por una visión dominante que establecía que la realidad es así". Ahondó en ese aspecto para decir que "los álbumes se convirtieron en un catálogo que sustituyó a la descripción literaria. Es entonces cuando los viajeros románticos describen en fotografía lo que antes se hacía con una narración. Lo hacen en un lenguaje universal, pero codificado en términos de aquel patrón".

Una vez que tuvo claro cuál era

el trabajo sobre el que quería reflexionar y trabajar, Vallhonrat empezó a fotografiar armas de diferentes épocas como descripciones de la realidad, "éstas se mantienen por posiciones dominantes que no son filosóficas, ni literarias, poéticas o espirituales, sino que se imponen con otras estructuras". Si hubiese que elegir un objeto para condensar toda la explicación del artista, éste sería un cuadro de pequeñas dimensiones que representa una estantería en la que han sido colocados cinco misiles de acero inoxidable con la estructura de un buda. Para el artista, ese cuadro explica "la idea de permanencia y compromiso con la liberación de los seres que abandonan las ideas". El fotógrafo reflexiona sobre el significado del armamento como sostén de nuestra cultura y confiere poder a unas potencias frente a otras. "Es un tema abandonado por la historia. Las armas se pueden entender a través de su doble función. No sólo son armas destructivas sino también de salvamento. Su existencia permite a los gobiernos mantener la estabilidad y proteger a los ciudadanos".