"Me vi obligado a irme del Madrid"

Se acabó. El último de los galácticos se despidió ayer. David Beckham pisó por última vez la sala de prensa de la ciudad deportiva del Real Madrid dejando claro que no hay ninguna posibilidad de que los aficionados vuelvan a verlo vestido de blanco. "Mi último partido como madridista será el del próximo domingo", contra el Mallorca; "no existe ninguna cláusula [en su contrato con Los Ángeles Galaxy] que me permita quedarme", aseguró.

Huyendo del castellano como de costumbre -"es que soy muy tímido", se justificó-, Beckham repasó sus cuatro años en Chamartín. Dijo que no es el momento de criticar a nadie y que respeta tanto al presidente, Ramón Calderón, como al entrenador, Fabio Capello. Pero sí puntualizó que se vio "obligado" a irse del club.

"Ha sido la temporada más difícil de mi carrera. Tanto dentro como fuera del campo, han pasado cosas raras que nunca pensé que llegarían a pasar y que en mi país no pasarían nunca. He vivido alejado de los terrenos de juego y de los entrenamientos, algo muy extraño para mí. Lo he dado todo. Pero sólo el apoyo de mi familia me ha permitido salir adelante", explicó.

Y es que, aunque no lo dijo expresamente, tiene claro que la decisión de apartarlo del equipo se debió a motivaciones más allá de lo deportivo. Según fuentes de la entidad, la dirección deportiva decidió prescindir de él porque, "sabiendo que su futuro estaba en Los Ángeles, estaría más pendiente de no estropearse la cara que de meter la pierna o la cabeza en cualquier jugada".

Quizás pensando en ello, alegó: "Ahora no es el momento de hablar de cosas políticas... Quiero irme de aquí sin criticar a nadie". ¿Pero se va usted o es el Madrid el que le ha abierto las puertas?, se le preguntó. "Todo el mundo sabe lo que ha pasado en estos últimos seis meses... Ser del Madrid es un honor, pero me he visto obligado a tomar una decisión", respondió refiriéndose a su fichaje por el equipo estadounidense Galaxy.

El centrocampista internacional inglés parece no guardar rencor ni a Capello, quien tomó la decisión de apartarle, ni a Calderón, quien lo calificó de "medio actor". ¿Y Pedja Mijatovic? Fue el director deportivo el encargado de llevar la negociación para la renovación de su contrato. "Pedja ha sido un gran jugador del Madrid", se defendió Beckham con una sonrisa; "y ahora, con el cargo que tiene, ha cobrado mucho protagonismo. Creo que es normal. No sé si fue poco flexible durante las negociaciones porque yo no estuve en ellas. Lo único que sé es que pedí un nuevo contrato y no lo hubo".

"Estoy contento con la decisión que he tomado", reiteró Beckham. También dijo que ni el presidente ni nadie del club se puso en contacto con él para manifestarle el deseo de que se quedara en el Madrid. "Si me lo hubieran dicho antes, ¿quién sabe...?", dejó caer. "Son cosas del fútbol. Dije que me habría gustado terminar mi carrera en el Madrid, pero también dije que nunca me iría del Manchester United y...", reconoció.

A sus 32 años, Beckham sabe que no hay tiempo para arrepentirse. "Ha habido gente que se ha dedicado a criticar cualquier decisión que tomara. Todos dicen que me quedan tres años más antes de abandonar el fútbol de primer nivel. Si es así, he elegido el mejor momento para irme porque todavía puedo hacer mucho", analizó; "no voy a Estados Unidos sólo para jugar. Seré también el embajador de la MSL [Mayor Soccer League] y espero desarrollar el fútbol de allá". Sabe además que en la selección inglesa seguirán contando con él mientras mantenga la forma física: "Me lo ha hecho saber el cuerpo técnico".

Igual que Roberto Carlos, Beckham espera concluir su etapa en el Madrid -en la que todavía no ha ganado nada- con el título de la Liga. "Hay que estar concentrados. Después del partido contra el Zaragoza, ha habido demasiada excitación. No podemos relajarnos". ¿Y si, con un empate a cero en el minuto 89, el árbitro pitara una falta y Roberto Carlos se le acercara diciéndole: 'Tú o yo'? "Que la tire Casillas. Lo importante es marcar".