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Reportaje:

El nuevo lenguaje de la cerámica

El CGAC presenta una retrospectiva sobre la obra de Xavier Toubes

El Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) inaugura hoy una exposición retrospectiva sobre la obra del coruñés Xavier Toubes, un artista que lleva más de dos décadas investigando sobre la creación de un nuevo lenguaje para la cerámica, una disciplina tradicionalmente más identificada con la artesanía que con el arte.

"No quiero entrar en el debate sobre si la cerámica es artesanía o no, lo que sí creo es que sigue vinculada a la tradición aunque los artistas que ahora trabajamos en ese campo hagamos cosas muy diferentes de las que se realizaban en otras épocas", explica Toubes, quien no considera incompatible definirse al mismo tiempo como escultor y ceramista, porque son disciplinas muy cercanas.

"La cerámica es escultura en el sentido de que en ambos casos se habla de ocupar un espacio. En algunas de mis obras se incrementa el sentido escultórico porque se trata de ocupar un espacio muy grande, pero, al mismo tiempo, siguen estando presentes las características que definen a la cerámica", señala el artista.

Toubes reside fuera de Galicia desde los años 60 y durante toda su vida ha ejercido como activista cultural. Participó en la fundación en Londres del llamado Grupo de Trabajo Gallego y, posteriormente, se trasladó a Estados Unidos, donde trabajó como profesor en la Universidad de Carolina del Norte. De vuelta a Europa impulsó la creación del Europee Keramish Werkcentrum (EKWC) en los Países Bajos, donde ejerció como director artístico entre 1991 y 1999. Ese año retornó a Estados Unidos para impartir clases en la School of the Art Institute de Chicago, donde sigue trabajando en la actualidad aunque no olvida a su tierra de origen.

La exposición que ahora se presenta en el CGAC permite distinguir las distintas etapas creativas de Toubes y comprobar el modo en que la cerámica se mezcla en sus obras con otras modalidades artísticas como la fotografía y los grabados digitales. "Es una muestra en la que se le da mucha importancia al ojo, con piezas de tamaños muy diversos. Hay una intención poética, hay emoción y hay recuerdo. También están muy presentes el cuerpo y la sensualidad", explica el artista.

Aunque no es muy frecuente que un artista compatibilice su actividad creativa con la docencia, para Toubes esta dualidad no supone mayores problemas. "Para mí la docencia es un trabajo y, al mismo tiempo, mi vocación. Hay que romper con el convencionalismo de que dejamos de formarnos cuando terminamos la escuela o el doctorado. De mayores aprendemos más y mucho mejor, y esto es novedoso. Cuando tienes la oportunidad de aprender sin tener que alcanzar ninguna meta, aprendes deprisa porque acaricias esa oportunidad. Es un gran lujo", indica Xavier Toubes.

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