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Entrevista:ROSA MARÍA CALAF | Corresponsal de Televisión Española

"Ahora me preocupa más el control económico que el político"

El 1 de junio, Rosa María Calaf (Barcelona, 1945) recibió el Premio Cirilo Rodríguez, que reconoce a los corresponsales de medios españoles en el extranjero. Allí aprovechó para despedirse de los compañeros, pues en octubre cierra la oficina de TVE en Hong Kong, donde ha trabajado desde 1998, y se jubilaba como consecuencia del expediente de regulación de empleo (ERE) en la cadena pública. Hasta que el pasado martes recibió una llamada de sus jefes, que la trasladan a Pekín hasta el año próximo. Calaf es una reportera con "la maleta en los dientes", como dice.

Pregunta. ¿Pero no se jubilaba tras el verano?

Respuesta. Efectivamente. Pensaba que con el ERE había que salir este año. Pero el martes me llamó el presidente de la Corporación, Luis Fernández, y me dijo que tenían un plan para mí si no quería irme ya. Yo nunca he dicho que tuviera prisa. Al contrario.

P. Ha sido de los que más han reprobado el ERE, al que ha llegado a acusar de "malversar los fondos públicos".

R. No es una queja personal. Ya soy mayor, prácticamente no me perjudica y he hecho mucho más de lo que hubiera soñado. Pero eso no significa que tenga que estar callada. Es una malversación porque TVE ha invertido mucho dinero en formarnos, y cuando pude exprimirnos, nos pone en la calle. No se trata de cerrar el paso a los jóvenes. Tiene que haber un equilibrio entre el impulso, el entusiasmo y los conocimientos tecnológicos con la experiencia, el saber y la credibilidad, que no se da de hoy para mañana. Ése es un valor que una televisión pública no se puede permitir dilapidar.

P. Pero el expediente fue aprobado en referéndum por los trabajadores. Y usted se acogió voluntariamente.

R. TVE requería una reorganización y una reforma. En esos estamos todos de acuerdo. Y hay mucha gente a la que sí le apetece marcharse, pero somos otros muchos los que preferimos cobrar por trabajar. Era voluntario, teóricamente. Podía no haber firmado, efectivamente. Pero yo pregunté por carta hace año y medio a la dirección general [que entonces desempeñaba Carmen Caffarel] -no a la de informativos, que siempre ha dado la cara- qué quería de mí. Nunca me contestaron.

P. Y no ha dejado de criticar la deriva de la información audiovisual, que tacha de "frívola" y de buscar el "entretenimiento".

R. Siempre me he quejado, como el resto de compañeros de generación, del deterioro del periodismo, sobre todo en televisión, donde se está convirtiendo en un espectáculo. En TVE, todavía, comparado con las privadas, entran cosas que en otras no entrarían nunca, pero para eso es servicio público.

P. ¿Ha notado cambios en su trabajo desde la entrada del nuevo equipo directivo y su voluntad de independencia?

R. En el mío no. Con ninguna de las administraciones he recibido consignas. Ahora, más que el control político me preocupa el económico. Que se esté bajo una dictadura de la audiencia, que en la información y en la televisión pública debería ser un delito. Las noticias deben estar ahí porque son importantes, no porque tengan impacto visual y te vaya a ver más gente. En eso sí hemos caído. Menos que en las privadas, pero ese sí que es un peligro. En vez de mirar las veces que sale un político, la gente se debería fijar en ese deterioro de contenido y de valores.

P. ¿Y qué le queda por hacer?

R. Las Olimpiadas [Pekín 2008], que me apetecen mucho. Y documentales reflexivos, de información internacional, eso que hacen la BBC y los franceses.

P. Si se cumple lo anunciado y se produce el relevo generacional en TVE, ¿qué consejos deja para los jóvenes?

R. Primero, que ayuden a que el periodismo no siga cayendo, que tienen una responsabilidad social enorme. Ya sé que es muy difícil y que, desde mi posición, se puede pontificar con gran facilidad. Pero es que esto no es una profesión, es una forma de vida. Y que no pierdan el entusiasmo, la humildad, la curiosidad infinita y el respeto por los demás.

Rosa María Calaf.
Rosa María Calaf.

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