El mismo cuento

Victor Valdés se resistió a comparar la manera en que el Espanyol se llevó un empate del Camp Nou en el derby con partidos anteriores del Barça: "Cada encuentro es un mundo". El guardameta, sin embargo, reconoció que la película del sábado se parece demasiado a otras ya vistas: El Barça perdona en el área contraria y le marcan un gol en los últimos minutos de partido. "Lo que era una anécdota es ya un drama", sentencian en el cuerpo técnico azulgrana.

"Nos pudieron machacar. Con el 2 a 1 nos tuvieron y nos dejaron salir vivos", reconoció Ernesto Valverde, técnico del Espanyol, casi sorprendido. "Llevamos así mucho tiempo. Haz memoria", advierte un miembro del cuerpo técnico azulgrana; "desde el 25 de febrero, contra el Athletic, no terminamos un partido en casa con más de dos goles de ventaja". "Ése es el problema, somos un equipo construido para ganar atacando. Si fallamos, tenemos que defender. Y eso lo estamos haciendo muy mal, sin equilibrio en el medio campo y desordenados atrás", concluyen desde el vestuario azulgrana.

"Somos un equipo hecho para atacar. Si fallamos, tenemos que defender. Y lo hacemos muy mal"

Así ocurrió contra el Deportivo (2-1), el Betis (1-1), el Mallorca (1-0) y el Getafe (1-0). "Hemos perdido pegada y a partir de ahí, se cae el equipo como un castillo de naipes", explica otro ayudante de Rijkaard. "Es mental, es el miedo que se les ha metido en el cuerpo por repetición", avisa otro. "Tuvimos que matar el partido y no lo hicimos", convino ayer Messi: "No sé, quizá tuvimos que hacer más faltas, tener más el balón". Le faltó decir a la pulga que al equipo le vendría bien el punto de juego argentino. "Parece que no aprendemos de los errores", concluye uno de sus compañeros, desesperado.

Entre los técnicos, los más críticos se flagelan: "Somos bastante tontitos: otra vez perdonamos al rival cuando ya le teníamos, otra vez nos pillan la espalda a última hora", se lamentaban desesperados, convencidos de que la Liga se va perdiendo por acciones puntuales repletas de vicios conocidos.

"Les falta equilibrio en el medio campo y liderazgo atrás", señalan desde el Espanyol. Y en el Camp Nou piensan en Márquez. Puyol le echa de menos en la zaga, y el equipo en el pivote, donde tampoco han aparecido Edmilson y Motta, que sale en la foto de la mayoría de los desastres.

"El problema del Barça no sólo es de pegada. Presionan muy bien arriba, pero si sales de ahí, te encuentras directamente con sus defensas". La interpretación proviene de un miembro del cuerpo técnico españolista, que adivina falta de jerarquía defensiva. "Lo leyó bien De la Peña", se le reconoce a Lo Pelat. "Atrás, hay descontrol, les falta orden y contundencia", descubren desde el bando rival al hablar de la anarquía de los laterales, la falta de mando colectivo de Puyol y la candidez de Thuram. "Tamudo salió del campo como pocas veces en esta Liga: no le dieron ni una patada", comentaba un veterano del Espanyol.

"Es cierto, a ratos somos un chollo", convienen en el Barcelona: "Puyol tira un fuera de juego y a veces no le sigue nadie. En el segundo gol es Oleguer quien rompe el fuera de juego, pero los centrales no cierran bien; Thuram no sigue a Tamudo". Insisten desde el bando españolista que "en los primeros veinte minutos les pasó tres veces" que el ariete visitante les ganó la espalda a los zagueros con el mismo movimiento. "Sí, nos pillaron tres veces, menos mal que el linier ni se enteró", reconocen en el camerino barcelonista.

"La jugada del Espanyol fue muy buena", señaló Xavi cuando le preguntaron por la acción de Rufete, que habilitó a Tamudo para que empatara el derby y, quien sabe, sentenciar el título. "Es una jugada típica de Raúl", convenía Luis García. "Es listo y eso lo hace como nadie", reconoció el asturiano. "¡Cinco. Cinco veces nos hicieron la misma jugada!", lamentaba ayer un miembro del cuerpo técnico azulgrana, desesperado por la acción del segundo gol de Tamudo. En los despachos lo tienen claro. "Da igual si ganamos o no la Liga. Eso no cambia el análisis", avisa el director deportivo Txiki Begiristain, consciente de lo ocurrido durante el año. Los azulgrana han fallado en los partidos decisivos de Liga - Madrid, Valencia y Espanyol le han sacado cinco puntos, y Sevilla y Villarreal tres-; de la Champions -no pudieron con el Chelsea ni el Liverpool-; de la Supercopa de Europa y en la final de la Intercontinental, así como en la vuelta de la Copa en Getafe.