"Es el resumen del año"

El Camp Nou vivió anoche un chasco tremendo: pasó de celebrar casi el título a quedarse tieso con los goles de Tamudo y Van Nistelrrooy. La afición se quedó helada y el vestuario azulgrana se sumió en una profunda tristeza. La Liga reafirmó su color blanco para desesperación del Barça, que la acarició durante buena parte del partido. Frank Rijkaard suele ser siempre magnánimo con sus jugadores y anoche, desolado, defendió que el estilo ofensivo del Barça encierra el riesgo de empatar o perder si no marca un gol más que el rival. Pero Puyol y Xavi, primer y tercer capitán, respectivamente, dieron un paso al frente y realizaron una profunda autocrítica. "Este partido es el resumen de toda la temporada. Les hemos dado vida [al Madrid] y hoy aún más. Falta aún un partido pero hemos regalado la Liga", dijo, destrozado, el mediocentro del Barça.

"Esta noche duele; aún tengo que digerirlo", dijo Rijkaard, abatido, después del partido

"Ha sido un palo para nosotros y para todo el mundo. Estamos rotos", enfatizó Valdés

Tamudo marcó el 2-2 y Xavi supo, por boca de Albert Jorquera, el portero suplente, que Van Nistelrrooy había empatado en Zaragoza. "En ese momento te vienes abajo. Y lo hemos perdido nosotros mismos porque lo teníamos todo a favor. El fútbol es así de ingrato. Hemos dominado y sabíamos que teníamos que ganar porque el Madrid afrontaba un partido complicado. Es una desgracia pero hay que tener fe".

Puyol compartió al pie de la letra el análisis de su compañero: "Es muy duro y todo muy difícil. Todo el año hemos sido muy irregulares porque nos ha costado encadenar victorias: hemos tenido una ocasión y no la hemos aprovechado. El Madrid ha hecho su trabajo". Victor Valdés ha tenido actuaciones especialmente felices durante el año y ha salvado unos cuantos puntos para el Barça, pero anoche no pudo hacer nada hace cuatro jornadas para impedir el empate del Betis ni anoche para evitar el de Tamudo. "Ha sido un palo para nosotros y para todo el mundo. Estamos rotos. El empate nos deja casi sin opciones para ganar el título. Pero queda una jornada y todo puede pasar", aseveró, muy serio. "No me importa nada que Tamudo haya igualado el record de Marañón".

Muy afectado y entristecido, Rijkaard resumió con tres palabras el sentimiento del vestuario: "Esta noche duele". El técnico holandés estaba convencido de que si el equipo ganaba los últimos cuatro partidos podía ser campeón y no se equivocaba porque el Madrid empató en Zaragoza. Las cuentas le fallaron por la dificultad de su equipo para ganar los partidos. "Ha sido muy duro. Aún tengo que digerirlo. No creo que hayamos regalado la Liga", afirmó, rebatiendo a Xavi, "porque todavía no era nuestra ni, por el mismo motivo, tampoco la hemos perdido. Pero hemos dejado escapar muchas oportunidades. Podía ser una noche completamente diferente y no ha sido así", explicó el entrenador. Sin rechazar la autocrítica, Rijkaard se extendió en las razones por las que el Barça sufre al final de los partidos como un colegial. "No creo que sea un problema físico y de despiste. Hace años que jugamos de esta manera pero hay que marcar un gol más que el rival. Si acabas 4-1 o 3-2 no pasa nada pero si no lo logras, hay que sufrir hasta el último momento", opinó Rijkaard, que confió en que lo sucedido ayer sea "una lección" de cara al futuro.

No le sirvió de nada la estrategia, ni siquiera sacar a Motta para para controlar más el partido y no ir tanto al ataque. No funcionó: "Nos sentimos muy mal pero nos queda el orgullo. La vida continúa y queda un partido. Si nos ha sucedido a nosotros ¿Por qué no le puede suceder al otro equipo?".