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El padre de la niña mauritana exige recuperar la tutela de su hija tras ser puesto en libertad

La familia de la menor, casada en Mauritania con un hombre de 42 años, dice que no la obligó

Mohamed Ould Abdallahi, el padre de la niña mauritana que denunció haber sido violada por el hombre con el que la obligaron a casarse, ha solicitado recuperar la custodia de su hija. La niña, de 14 años, permanece con una familia de acogida desde que el lunes denunciara la presunta agresión. Su padre considera que, puesto que ya no está detenido, no hay motivo para la acogida. "Él puede cuidar de su hija: tiene todos los papeles en regla, un trabajo y un piso Puerto Real, donde la niña tiene su habitación con sus videojuegos y todo lo que pueda querer una niña de su edad", dice Lemine Nagem, portavoz de la familia.

La madre y el marido de la niña permanecen en la prisión Puerto II desde el miércoles

El juzgado número dos de Puerto Real (Cádiz) decretó ayer la libertad sin cargos para Mohamed Ould Abdallahi. El hombre había sido detenido como sospechoso de haber sido cómplice de la agresión sufrida por la menor. Sin embargo, el juez no ha encontrado pruebas que demuestren su implicación.

"Mohamed le ha explicado al juez que él, como padre, no puede ser cómplice ni testigo del maltrato de su hija, que él sólo busca su felicidad", relató Nagem. Las preguntas al padre se centraron en la presunta agresión física y sexual sufrida por la niña, ya que, de momento, se ha dejado a un lado la investigación sobre si la menor fue vendida para casarse porque no existen pruebas de las que se desprendan que su matrimonio fue ilegal. Con todo, el padre ratificó que sabía que su hija había contraído matrimonio con un hombre de 42 años, familiar suyo, aunque negó que se hubiera presionado a la niña para celebrar la ceremonia.

Mohamed Ould Abdallahi se reunirá el lunes con su abogado para determinar en qué forma puede exigir el regreso de su hija al domicilio. El padre ha pedido que, si la justicia no permite su vuelta hasta que no concluya la investigación, la niña sea enviada a un centro de menores de la Junta de Andalucía. "Lo que no queremos", mantiene el portavoz de la familia, "es que la niña continúe en una casa a la que tienen acceso las personas que la han influenciado para que presente la denuncia". Estas personas, las únicas que conocen el paradero actual de la menor, son la familia que desde hace años se encargaba de la crianza de la niña, e incluso aparecen como personas de contacto en la ficha escolar que la chica tiene en el Instituto de Enseñanza Secundaria La Jarcia, donde estudia 1º de ESO. Sin embargo, no tienen ningún vínculo legal con ella. Según el padre, fueron quienes presionaron a la niña para que denunciara una falsa agresión.

"Se están portando como una familia enemiga. Después de 16 años de amistad, ahora han manipulado a la niña y han difamado a sus padres", se queja Lemine Nagem, quien denuncia que, por defender los derechos de una menor, "se están violando los de toda una familia".

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La madre y el marido de la niña permanecen en prisión desde el miércoles. A ella se le acusa de haber coaccionado a su hija por medio de amenazas y agresiones físicas para que mantuviera relaciones sexuales con el hombre con el que había contraído matrimonio, en diciembre de 2005, en la ciudad mauritana de Nackchett. El marido está acusado de una presunta agresión sexual.

Mohamed Ould Abdallahi ha solicitado un permiso especial para visitar a ambos. Él y su hijo, de 12 años, acudirán hoy a la cárcel de Puerto II para ver a los detenidos.

El marido de la niña, un negociante mauritano, había llegado a Puerto Real hace una semana. Reside habitualmente en Mauritania, pero se había visto obligado a viajar a Alemania por asuntos laborales. Por eso, aprovechó su estancia en Europa para solicitar una extensión del visado y ver a su esposa, con quien no se reunía desde que ésta abandonó Mauritania tras la boda.

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