La Guardia Civil desarticula en Barcelona el último 'comando' operativo de los GRAPO
Entre los seis detenidos figuran los dos presuntos asesinos de una empresaria de Zaragoza
La Guardia Civil detuvo ayer en Barcelona a seis activistas históricos de los GRAPO a los que se considera el último comando operativo de la banda terrorista. Los agentes de la Unidad de Información no dan la operación por cerrada y no se descarta alguna detención más. Dependerá del contenido de la información recopilada en los registros domiciliarios que se estaban realizando anoche en la capital catalana.
Dos de los detenidos son Israel Clemente López, de 36 años y Jorge García Vidal, alias Jomeini, de 37. A ellos se les atribuye el asesinato de la empresaria Ana Isabel Herrero, de 44 años, ocurrido la noche del 6 de febrero de 2006 en el garaje de su domicilio. Iba acompañada de su marido, Francisco Collell, ambos propietarios de la empresa Arquitempo. Se dirigían a coger su vehículo cuando fueron sorprendidos por personas, que se identificaron como miembros de los GRAPO.
El comando había previsto secuestrar a la pareja para pedir un rescate que paliase la raquítica economía de la banda, pero la mujer intentó huir y fue abatida por los terroristas. El hombre se refugió en un vehículo y también recibió varios disparos, pero salvó su vida.
Israel Clemente y Jorge García, además de otro de los arrestados, Lucio García Blanco, de 56 años, forman parte de lo que los investigadores consideran el aparato militar de los GRAPO, es decir, el único comando operativo que quedaba de la organización. A ellos se les atribuyen también diversos atracos a sucursales bancarias cometidos en los últimos meses en varias ciudades españolas. La última de esas acciones se produjo el pasado 7 de marzo, cuando Clemente López y García Vidal se apoderaron de 30.000 euros en una sucursal de Cajamar, en Murcia.
Un año después
Los otros tres detenidos forman parte del aparato político de la banda. Son Manuel Arango Riego, de 60 años, Isabel María Aparicio Sánchez, de 53, y José Francisco Cela Seoane, de 50. Todo ellos, nombres históricos de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) cuyas fotografías palidecen desde hace muchos años en los carteles de muchas comisarías como las personas más buscadas por las fuerzas de seguridad.
Los investigadores consideran que esta operación descabeza de manera casi definitiva los GRAPO, aunque esta afirmación se ha realizado en diversas ocasiones y tarde o temprano la banda ha vuelto a reaparecer. Ciertamente, de manera cada vez más esporádica y agónica. El último golpe policial a la organización terrorista se produjo el pasado mes de junio, cuando agentes de la Guardia Civil detuvo el 9 de junio del año pasado en Reus (Tarragona) a Juan García Martín, considerado el número uno de la banda. Junto a él fueron arrestados también Carmen Cayetano y Aránzazu Díaz.
Los investigadores creen que García Martín era el tercer terrorista que aguardaba en un vehículo a Clemente López y a García Vidal cuando cometieron su último asesinato en Zaragoza. El número 84 de la banda, la mayoría de ellas durante atracos a furgones blindados o a sucursales bancarias.
Después de vaciar sus cargadores huyeron del lugar y el caso desapareció de los periódicos. Pero el esposo de la víctima se recuperó a los pocos días de las heridas de bala en el tórax y el abdomen, pidió el alta médica y relató con todo detalle lo ocurrido. Unos días después, la banda terrorista asumió el asesinato y explicó que se habían fijado como objetivo ese matrimonio de empresarios con el fin de conseguir un impuesto revolucionario.
Pilar Muro, esposa de Publio Cordón, el empresario secuestrado por los GRAPO en Zaragoza en 1995 y cuyo paradero sigue sin esclarecerse, expresó ayer su satisfacción por las detenciones y confió en que aporten nuevos datos sobre aquella acción.
Los arrestados fueron trasladados a la Jefatura de la Zona de la Guardia Civil en Cataluña, en Barcelona, y en los próximos días serán trasladados a la Audiencia Nacional para prestar declaración.
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