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Una posibilidad de accidente en un millón de años

Las posibilidades de que se produzca un accidente en la planta de Reganosa en Mugardos son mínimas, y en todo caso, estarían circunscritas a las propias instalaciones. "Según estudios técnicos independientes, la probabilidad de que un siniestro afecte a alguien fuera del perímetro de la planta sería una en un millón de años", aseguró el director técnico de Reganosa, Manuel Alonso, durante un viaje por la ría organizado por la empresa para los medios de comunicación con la finalidad de difundir los argumentos contrarios a los que mantienen los opositores a la ubicación de la planta en Mugardos.

La travesía se inició a la misma hora en la que el patrón mayor de la Cofradía de Ferrol, Bernardo Bastida, comparecía ante el juez, y se desarrolló desde el muelle de Mugardos hasta la bocana de la ría. Un recorrido escogido con la intención de demostrar la compatibilidad del tráfico de gaseros con la actividad pesquera en la ría.

"Las normas internacionales obligan a que el canal de navegación debe estar libre para todo tipo de barcos, sean de carga o de pasajeros, no solamente para los buques que aprovisionan Reganosa, pero eso no obliga a paralizar la pesca o el marisqueo. Sería una paradoja que el tráfico de mercantes fuese incompatible con una actividad que se está desarrollando normalmente", señaló el jefe de mantenimiento de la planta, Jesús Losada.

Otro de los pasajeros, la responsable del laboratorio de la regasificadora, María Rey, desmintió por su parte que la actividad diaria de la planta pueda perjudicar a la riqueza marisquera o al medio ambiente marino. Ni por la variación de la temperatura del agua del mar utilizada en el proceso de gasificación ni por el sistema utilizado para eliminar la materia orgánica en los conductos. "Lo dañino es que se aporte agua más caliente de la extraída, pero no hay estudios que demuestren que sea perjudicial devolverla más fría, al contrario", enfatizó Rey.

La responsable del laboratorio de Reganosa informó también de que el hipoclorito que actuará como desinfectante de la materia orgánica del agua "se compone a partir del cloro ya existente en el agua, y se controlará su formación para que no haya sobrantes que vuelvan al medio marino".

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