El BNG desconfía de la oferta del PP para apoyarle en Carballiño

Los dirigentes del BNG de O Carballiño no se fían de José Luis Baltar. La propuesta del presidente provincial del PP, que ofreció a los nacionalistas sus votos para que puedan hacerse con la alcaldía -y evitar de esa forma el pacto que la pondría en manos del PSdeG, la fuerza más votada el 27-M- sin pedir nada a cambio, es analizada con reservas. Pero los nacionalistas carballiñeses no han recibido más propuesta que ésa. "De momento estamos celebrando nuestro triunfo y nadie [en alusión al PSdeG] se ha dirigido a nosotros para hablar de pactos", señala la responsable comarcal, Áurea Lorenzo.

La organización nacionalista en O Carballiño espera que se produzca el acuerdo del consello nacional del BNG sobre los pactos. "No vamos a ir en contra de esas directrices, no somos una jaula de grillos, sino una organización muy seria", señala Lorenzo.

Una vez se conozcan las líneas genéricas sobre esta cuestión, la responsable del BNG de O Carballiño convocará a la asamblea local para que valore las posibles opciones, incluida la del presidente provincial del PP, aun cuando es tildada ya de "auténtico caramelo envenenado", así como la propuesta de pacto con el PSdeG "en el caso de que la haya", matiza Lorenzo, quien advierte: "Por ahora no nos han llamado y nosotros no valoramos las declaraciones que salen en los medios de comunicación". La decisión se adoptará, en cualquier caso "poniendo por delante los intereses de O Carballiño", porque, sostiene la dirigente local, "para eso nos votaron nuestros electores".

Vía intermedia

Junto a las posibles ofertas, los nacionalistas carballiñeses barajan otra opción: una vía intermedia que les permita quedar exentos de pactos, aunque también del gobierno local, teniendo en cuenta las reticencias del candidato, Manuel Amil, tras una experiencia de gobierno conjunto con el PSdeG, entre 1999 y 2003, de la que su organización salió malparada, ya que perdió varios concejales mientras los socialistas lo rentabilizaban electoralmente logrando la mayoría absoluta en las anteriores elecciones.

De esta forma, el BNG podría optar por abstenerse en la elección del alcalde y dejar que gobierne el socialista Carlos Montes en minoría. "Le apoyaríamos en las cuestiones puntuales que consideráramos oportunas, pero no trabajaríamos para él", señala el candidato nacionalista, Manuel Amil.

Esta salida intermedia permitiría al BNG examinar durante seis meses el trabajo de los socialistas y valorar las posibilidades de participar más adelante en un gobierno de coalición si aprecian que "hay coincidencia en los programas y en el proyecto de futuro para el pueblo", destaca Lorenzo. En caso de que la asamblea acepte esta opción, el BNG se incorporaría al gobierno local a partir de enero del próximo año.