El BNG rebaja la tensión, pero no avanza el pacto en el Ayuntamiento de Lugo
Según Lage, no hay "mala relación" con Orozco
El cabeza de lista del Bloque Nacionalista Galego en la capital lucense, Xosé Anxo Lage, ha ido rebajando la tensión que mantuvo a lo largo de toda la campaña electoral e incluso advirtió ayer que no tiene "ninguna mala relación" con el alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco. Sin embargo, la posibilidad de un pacto entre nacionalistas y socialistas sigue todavía en el aire y las negociaciones para formar gobierno en el ayuntamiento de la ciudad no avanzan.
La paralización orgánica del fin de semana en Santiago para negociar globalmente los pactos también afecta a la situación de Lugo, donde López Orozco, tras perder por un concejal la mayoría absoluta, necesita del BNG si quiere confeccionar un gobierno local estable. El candidato socialista asegura que está dispuesto a llegar a un trato con los nacionalistas, aunque ya reconoció públicamente que también está dispuesto a gobernar en minoría con acuerdos puntuales. Unos acuerdos abiertos de los que no excluye ni al Partido Popular.
"Hay que diferenciar de forma clara", explicaba ayer Xosé Anxo Lage, "lo que es una cuestión política del plano meramente personal. Malos políticos seríamos ambos si antepusiéramos las relaciones personales, que no son malas, al ejercicio de un gobierno y, por lo tanto, al futuro de la ciudad". Así quiso atajar el nacionalista los comentarios sobre sus divergencias personales con Orozco: un "mito", aseveró, que "no es verdad".
"Absolutamente paradas"
Pero la realidad es que las conversaciones están "absolutamente paradas", reconoce Lage. Y por su parte, Orozco lo supedita todo a que se retomen las negociaciones de nivel orgánico en Santiago. [Un criterio semejante al que mantiene, precisamente, el BNG de Santiago: según los nacionalistas, en el consistorio compostelano tampoco habrá diálogo hasta que las cúpulas de los dos partidos negocien].
En Lugo, Lage recuerda, además, que el PSdeG no se puso en contacto con el BNG. "Le corresponde a los socialistas", advirtió, "convocar una reunión para ver si pueden existir diálogo y negociación". Muy distinto es ahora el discurso del de 1999. Entonces fue la cabeza de lista del BNG, Branca Rodríguez Pazos, la primera en lanzar una invitación al pacto en la noche electoral, cuando los resultados habían otorgado 7 ediles al PSOE y 6 al BNG.
Ahora Lage dice que en el BNG no tienen "ninguna prisa". "Iremos con calma, rigor y seriedad para ver qué es lo que más le conviene a esta ciudad", indicó el nacionalista, que ya anticipó que ante una posible negociación el BNG analizará la situación "muy profundamente".
"Queremos gobernar, pero no para hacer lo mismo", avanzó. Lage considera irrenunciable una modificación del Plan General de Ordenación Municipal, en fase de tramitación: que el nuevo puente no afecte al parque Marcos Cela; que se avance en el saneamiento rural o que no se construya la promoción de edificios prevista en las cuestas del parque. "Hay que introducir cambios sustanciales", exigió Lage, antes de reclamar, pese al paso de los días, "calma y sosiego".
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