La policía refuerza la seguridad en el juicio por el crimen de los 'Capito'
Tensión en el inicio del juicio contra el acusado de matar a tres miembros de una misma familia del clan gitano de los Capito. La policía ha tomado medidas para evitar posibles incidentes durante el desarrollo de este proceso en el que están implicados dos clanes rivales, los Capito y los Pachanga. Fuentes judiciales explicaron que se reforzará la seguridad en el juicio y algunos de los testigos declararán por videoconferencia, a petición propia.
A partir de hoy, diez testigos declararán en este juicio. La Fiscalía de Alicante solicita 37 años y cuatro meses de cárcel para Juan Gómez Jiménez, acusado de matar a tres hermanos en un tiroteo el 26 de abril de 2002 en el barrio Nou Alacant, en la zona norte de la ciudad de Alicante. La sangrienta refriega ocurrió a raíz de que los tres fallecidos fueran a casa de Gómez para reclamarle una deuda de 1.800 euros que mantenían con un nieto del acusado y que precisaban cobrar para pagar una fianza judicial, según recoge el fiscal en su calificación. La reclamación provocó un enfrentamiento verbal que derivó en una bofetada al ahora acusado, quien reaccionó cogiendo una pistola y disparando contra José Fernández, quien falleció en el tiroteo. Gómez también fue herido en la refriega.
Emilio Fernández, el segundo hermano, se enfrentó a Gómez y el procesado le disparó alcanzándole una bala en la cabeza que le causó también la muerte. El tercer hermano, Francisco, inició entonces un intercambio de tiroteos. Los hijos de Francisco también fueron tiroteados al tratar de socorrer a su padre, pero no resultaron heridos. Y sólo cuando el procesado regresó al interior de su domicilio pudieron trasladar a su padre a un centro sanitario, donde falleció. El fiscal pide diez años de cárcel por cada delito de homicidio, tres por cada uno de los dos intentos y 16 meses por tenencia ilícita de armas.
