Ricky Martin, la bomba solidaria

Hubo un tiempo en el que Ricky Martin (Puerto Rico, 1971) se planteó dejar la música para dedicarse "por completo al mundo filantrópico". Pero vio que podía servir de altavoz a través de su propia fundación (www.rickymartinfoundation.org) de los problemas de los niños. Así que ayer el autor de la pegadiza La bomba aprovechó la presentación en Madrid de su gira Blanco y negro, con 10 conciertos por España, para sacudir conciencias. "Tengo un equipo en mi fundación que trabaja 24 horas al día los siete días de la semana porque el crimen no descansa y hay que salvar a los niños de las violaciones y la esclavitud", contó el ídolo de quinceañeras. "Tras la gira viajaré a varios países para que me ayuden a entender sus problemas,porque he visitado sitios muy oscuros y si ahora no lo digo me convertiré en un criminal más". Martin ha lanzado campañas contra el sida en EE UU, la explotación sexual en Colombia o la inmigración clandestina en Ecuador. Además en su país tiene programas de becas de medicina, un campamento de verano o una red de búsqueda de desaparecidos.

Martin entiende a los músicos famosos que no se involucran en proyectos solidarios. "Eso te llega. Yo entré cuando llevaba 14 años de carrera artística", explica el cantante, que debutó con 13 años. A petición de la colombiana Shakira y con la presidencia honoraria del escritor Gabriel García Márquez, los españoles Alejandro Sanz y Miguel Bosé pretenden organizar con Martin un macroconcierto para recaudar fondos para Latinoamérica.