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La mujer acuchillada en Vitoria había retirado la denuncia contra su marido

El TSJPV aclara que el juez no dictó orden de protección porque la mujer no se ratificó

El País

Asunción Villalba, la mujer que falleció el sábado en Vitoria tras ser apuñalada por su marido, había retirado la denuncia por maltrato psicológico presentada el pasado mes de diciembre contra él y no se ratificó en la petición de medidas de protección, por lo que el juez no llegó a pronunciarse. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) desmintió ayer en un comunicado las informaciones difundidas por la Ertzaintza, que aseguraban que la protección había sido denegada por el juzgado.

La información difundida por la Ertzaintza a primera hora de la tarde del sábado señalaba que la mujer apuñalada había presentado "varias denuncias de maltrato contra su pareja, aunque seguían conviviendo juntos", y "había solicitado medidas de protección el pasado mes de diciembre, que fueron denegadas por el juzgado". El TSJPV puntualizó ayer que el juez encargado del caso, que suplía al juez de violencia sobre la mujer, archivó las actuaciones abiertas tras la denuncia presentada por Asunción Villalba contra su marido, Víctor Manuel Martín, por expreso deseo de la mujer.

La Ertzaintza, que el día anterior responsabilizó al juez de no proteger a la mujer, no rectificó en un comunicado emitido ayer. Se limitó a señalar que, además de trasladar las diligencias de la denuncia de la víctima "a instancias judiciales", le ofreció un teléfono reservado de contacto, que la mujer rechazó. Cuando los agentes encargados del caso le llamaron posteriormente para interesarse por su situación, la mujer les comunicó que había superado los problemas con su pareja.

Villalba, de 35 años, falleció en el portal de su casa del barrio de Sansomendi, hasta donde pudo llegar gravemente herida para pedir ayuda, después de que su marido le asestara varias cuchilladas. Su esposo, gruista de profesión, consiguió huir del lugar, pero se entregó hora y media después en una comisaría de la policía autónoma.

Villalba, según el Tribunal Superior, había denunciado ante la Ertzaintza a su marido el pasado mes de diciembre por sufrir maltrato psicológico, "fundamentalmente injurias y vejaciones continuadas", momento en el que también solicitó una orden de protección. En el atestado policial no constaba la existencia de denuncias previas por agresiones ni otros datos sobre la existencia de una situación anterior de maltrato.

En la declaración de la mujer ante el juez, asistida por un abogado, negó que hubiera agresiones físicas y corroboró que sufría insultos y vejaciones continuados. Pero la denunciante cambió de opinión y comunicó al juez "expresamente" su deseo de retirar la denuncia, renunciar a las acciones penales y civiles que le pudieran corresponder. Solicitó entonces el archivo de las actuaciones.

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El juez acordó el sobreseimiento de las actuaciones porque, al manifestar la mujer su voluntad de retirar la denuncia, nadie sostenía la acusación y las injurias y vejaciones, los únicos delitos que constaban, sólo son perseguibles a instancia de parte.

Las puntualizaciones realizadas ayer por el TSJPV subrayan que, "tras el archivo de las actuaciones, en ningún momento llegó a dictarse por el juez de instrucción resolución judicial alguna sobre la orden de protección". No fue necesario porque la denunciante no ratificó la petición ante el juez. Según el Superior, el juzgado de violencia sobre la mujer de Vitoria no tenía información alguna "ni por vía policial ni particular" que hiciera presagiar la agresión que costó la vida a Villalba.

Su muerte eleva a 33 la cifra de mujeres asesinadas por sus compañeros o ex parejas en los que va de año, y es el segundo caso mortal de violencia contra las mujeres registrada en el País Vasco. La primera víctima fue Pilar Sampereo, de 74 años, que murió en marzo en su domicilio del barrio de Zorroza, en Bilbao, a consecuencia de las cuchilladas que le asestó su marido en el tórax y el cuello.

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