Lección aprendida
El Barça, con Navarro espléndido, gana en Vitoria y recupera el factor cancha
El Tau y el Barça volvieron a verse las caras ayer, en el segundo partido de la semifinal de la ACB, menos de dos días después de que el telón de la eliminatoria se alzara el pasado viernes. Muy poco tiempo, el justo para tratar de olvidar el resultado, mentalizarse para una nueva batalla y tratar de corregir los errores cometidos. Ahí se impuso esta vez el equipo de Ivanovic.
Las facilidades que otorgó al Baskonia y que le costaron la derrota en el primer duelo pasaron a la historia y los barcelonistas estuvieron mucho más aplicados. Desde el principio, cuando se fraguó la victoria del Tau el viernes por el tibio arranque blaugrana. Si quería ganar, el Barcelona tenía que salir al parqué mucho más concentrado e intenso y lo hizo. Tenía que apretar mucho más en la defensa y apretó.
TAU CERÁMICA 76 - W. BARCELONA 83
TAU Cerámica: Planinic (4), Rakopcevic (22), Erdogan (6), Scola (22) y Splitter (13) -quinteto inicial-; Roe (5), House (2), Prigioni (2) y Vidal (0).
Winterthur Barcelona: Lakovic (13), Navarro (22), Basile (10), Vázquez (2) y Kasun (0) -quinteto inicial-; De la Fuente (4), Marconato (15), Trias (9), Grimau (0), Kakiouzis (8) y Ukic (0).
Árbitros: Martín Bertrán, Pizarro y Bultó. Planinic fue eliminado por cinco faltas personales
8.800 espectadores en el pabellón Fernando Buesa Arena de Vitoria.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
21-23
17-18
17-19
21-23
Se aprendió bien la lección. Nada de dejar a los de Maljkovic correr al contraataque, nada de permitirles mover el balón con rapidez en ataques estáticos y mucho menos consentir posiciones medianamente cómodas a jugadores tan letales como Rakocevic o Erdogan. También había errores que corregir en el propio juego de ataque, demasiado anárquico en ocasiones durante el choque inaugural, pero más ordenado y efectivo ayer.
En el otro bando también sabían que las cosas transcurrirían de manera diferente. El entrenador vitoriano sorprendió con la inclusión en el quinteto inicial de Planinic y Erdogan por los habituales Prigioni y House. Con el croata de base, el Tau no tiene una lectura del juego tan clara como con el argentino, pero, si está fino, el príncipe de Mostar es un jugador desequilibrante. Lo malo es que hace ya cierto tiempo que no es capaz de ofrecer la mejor de sus versiones.
El que difícilmente falla es Navarro. El viernes despertó demasiado tarde para dar la vuelta al marcador, pero ayer se sobrepuso a unas tempraneras tres personales para liderar a su equipo y frenar a un Tau casi siempre a remolque. El Barça, además, se ha encontrado en estos playoffs con el mejor Marconato en muchísimo tiempo. Su primer triple en la ACB y cuatro tiros libres del italiano certificaron la victoria culé.
La serie se reinicia el viernes, ahora en Barcelona, y unos y otros tendrán lecciones que aprender y aplicar en la cancha. El que sea más aplicado verá el premio de la final muy cerca. El Barça tiene ahora la ventaja del campo, ya que jugará los dos próximos partidos en su casa y su público le ayudará a hacer los deberes, pero ya se ha visto en Vitoria que eso no garantiza el aprobado.
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