El trampolín

Cuando el PP balear perdió la mayoría absoluta en los comicios autonómicos del 99 lo sustituyó el Pacte de Progrés. El gobierno central, presidido por Aznar, nombró automáticamente ministro al hasta entonces presidente de la Comunidad Autónoma de Balears, Jaume Matas; nada menos que ministro de Medio Ambiente. Paradójica pero inteligente decisión que catapultó al señor Matas a una nueva mayoría absoluta en el año 2003. El gobierno central entendió que era más importante promocionar al futuro candidato desde Madrid que la labor que pudiera desempeñar como jefe de la oposición en las islas. El tiempo le dio la razón.

El PSOE hizo lo propio con Juan Fernando López Aguilar, que tras dejar el Ministerio de Justicia y presentarse como cabeza de lista socialista en Canarias, ha roto la hegemonía de Coalición Canaria consiguiendo nada menos que 26 parlamentarios, nueve más que en las anteriores elecciones. Del mismo modo, sería difícil imaginar que José Montilla hubiera conseguido la presidencia de la Generalitat sin antes haber pasado por el Ministerio de Industria.

Dado que difícilmente se podrán entender los comicios autonómicos sin la clave nacional -pues la promoción pública de un candidato es más efectiva a nivel nacional que local- ¿a qué espera el PSOE para darle una cartera a Francesc Antich y así mejorar su imagen?

Posiblemente si hubieran utilizado ese trampolín hoy tendríamos un gobierno plenamente progresista en Baleares, mucho más sólido y con más garantías de futuro que el anterior, sin necesidad de pactos desnaturalizados.