Rifkin considera que Europa no se consolidará si se cierra al Islam
"Las fronteras más difíciles de superar son las mentales. Si se quiere plasmar el sueño europeo no se puede cerrar la puerta al Islam", consideró el economista Jeremy Rifkin ayer en la apertura de la jornada en Bilbao, donde abogó por que la UE siga creciendo sobre la base de los derechos humanos.
El estancamiento en la convergencia tras el no de Holanda y Francia a la Constitución Europea supone un obstáculo que habrá que superar "con paciencia y fuerza", subrayó el presidente de la Fundación sobre Tendencias Económicas de Washington. Aunque se mostró optimista, señaló como causa de la crisis que el camino adecuado hubiese sido votar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y haber relegado a los parlamentos la discusión de los aspectos técnicos.
Reconoció que entre Los 27 hay "grandes conflictos de intereses", pero destacó que se han hecho "grandes concesiones" cediendo soberanía individual. "Europa está bien encaminada", confió.
Interrogado sobre la inclusión de Turquía y las leyes homófobas impulsadas en Polonia, instó a que todos los miembros de la UE cumplan los mínimos que establece dicha Carta, y emplazó a las instituciones a ser tan estrictas combatiendo la discriminación por la opción sexual como lo son prohibiendo la pena de muerte. Apeló al reto de integrar a los inmigrantes, pero matizó que éstos deben "aceptar la pluralidad europea y respetar los derechos fundamentales".
Rifkin apostó por que el desarrollo sostenible actúe como el denominador común que cohesione a los diferentes países e impulse el sueño europeo. "Europa es conocida en el mundo por ese compromiso", dijo.
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