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Reportaje:ROLAND GARROS

"Nos tienen fobia"

Arantxa y Bruguera explican la extraña relación entre Nadal y la grada

París decapita a sus reyes. Lo sabe bien John McEnroe. Big Mac tuvo una oportunidad única de vencer en Roland Garros. Corría 1984. Ganaba la final a Ivan Lendl por dos sets a cero. Todo estaba hecho. McEnroe cabalgaba hacia el título. Arrancó el tercer set. Y empezó a oír ruidos. Y se encaró con un cámara de televisión. Y protestó porque le desconcentraban las órdenes que recibía el operario por los auriculares. Fue una protesta iracunda. Al estilo McEnroe. Le sirvió para ponerse al público en contra, jugar entre abucheos y perder. McEnroe fue derrotado por el gentío de la Philippe Chatrier, la pista central. Estos días, París discute si la grada tiene nuevo objetivo. Y Rafa Nadal mide sus palabras para no acabar en la diana.

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"No me animan igual que en Roma, pero ahí se acaba", dice el español, que debutó el martes entre los ánimos de la grada a su rival, el argentino Del Potro. "Es normal que el público apoye al que tiene un ránking inferior. Es lo habitual. He ganado los dos últimos años aquí, así que es probable que el público quiera un poco de cambio...", reflexionó el doble campeón. "En Francia siempre me tratan muy bien. Sólo tuve un problema, contra Grosjean hace dos años. Fue duro. Tenía el partido controlado y todo varió. Casi se complica de verdad por culpa de una cosa que no era tenística". ¿Y por qué tan poco apoyo? "Hay que ver si algún día voy perdiendo y me animan. De todos los sitios en que he jugado en Francia, es el único en que el público no está tan a favor mío, pero tampoco me han hecho ningún feo".

"En general", dice Sergi Bruguera, campeón en 1993 y 1994, "deben de estar cansados de que siempre ganen españoles. Pero nunca sentí que me pitaran, siempre iban a favor mío. Es un público entendido en tenis", defiende.

Con Bruguera coincide Arantxa Sánchez-Vicario, que ganó el primero de sus tres Roland Garros con 17 años y así reservó plaza entre los favoritos del público. Sólo vivió una noche de silbidos. "Contra una eslovaca", recuerda. "Había llovido, hacía frío, la gente estaba cansada. Parecía un partido de fútbol. Fue una experiencia mala". Arantxa vivió a la defensiva. "Ella jugaba plano, fuerte. Les gustaba más. A mí me pitaban cuando liftaba defendiéndome. Y cuando juegas contra una francesa quieren que gane sí o sí, con cánticos y chillidos. Aplauden tus fallos. Eso motiva. A los españoles nos tienen un poco de fobia porque siempre ganamos. Si no eres fuerte mentalmente te perjudica. Yo lo era". Nadal, también.

2ª ronda: David Nalbandian (Arg.) a Iván Navarro, 7-5, 6-4 y 6-4. Gael Monfils (Fra.) a Juan Ignacio Chela (Arg.), 3-6, 6-3, 6-3 y 6-1. Michael Llodra (Fra.) a Nicolás Almagro, 2-6, 6-2, 7-6 (7), 6-4 y 6-4. Roger Federer (Sui.) a Thierry Ascione (Fra.), 6-1, 6-2 y 7-6 (8).

Nadal, durante su partido contra Del Potro.
Nadal, durante su partido contra Del Potro.EFE

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