El PSC abre el debate de la renovación y promete centrarse en los problemas de inmigración y vivienda
Los éxitos cosechados por los socialistas el pasado domingo no logran ocultar la fatiga de materiales que achaca al PSC. La elevada abstención, la progresiva pérdida de cuota electoral y las dificultades para mantener una mayoría holgada en Barcelona preocupan sobremanera a la dirección del partido. El viceprimer secretario, Miquel Iceta, lo admitió ayer en cierta forma. Hasta se atrevió a pronunciar en público una palabra tabú para los aparatos de los partidos: renovación.
Iceta señaló que la elevada abstención constata la necesidad de "dar un nuevo impulso a las tareas de reflexión sobre la renovación de nuestro proyecto" que el PSC inició ya tras las elecciones autonómicas del 1 de noviembre de 2006, cuando sufrió un importante descenso en número de votos. En aquel momento, el viceprimer secretario de los socialistas catalanes abogó por aupar a "gente nueva en las estructuras de dirección y en las candidaturas electorales".
Ningún dirigente del partido apoyó públicamente las tesis de Iceta en aquel momento. Varios de ellos afirmaron que con el cambio de Pasqual Maragall por José Montilla en la carrera por la Generalitat el partido había satisfecho ya las ansias de renovación de determinados sectores. Las palabras de Iceta, ayer, indican que habrá más cambios. Otros miembros de la ejecutiva corroboran la necesidad de renovación. Y de autocrítica: "Nadie ha admitido públicamente que las elecciones de noviembre, cuando perdimos 235.00 votos, fueron un fracaso", comentó ayer en privado un miembro de la ejecutiva.
La dirección socialista sí avanzó ayer su particular receta para acercarse de nuevo a los ciudadanos. Se trata, explicó Iceta en conferencia de prensa, de centrar la "acción política" en los dos aspectos que más preocupan a los ciudadanos: vivienda e inmigración. Eso sí, el dirigente socialista evitó hacer autocrítica por el avance de partidos radicales como la xenófoba Plataforma per Catalunya a costa de los partidos tradicionales. Pidió una reflexión a fondo.
Los cambios de caras están prácticamente garantizados. La vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, se perfila cada día más como la cabeza de lista del PSC para las elecciones generales del próximo año.
El resto de cambios, si es que se producen, deberán aguardar hasta el Congreso de 2008. Todos excepto uno: el de Pasqual Maragall. El todavía presidente del PSC dejará el cargo en pocos días. Iceta admitió ayer que el partido entiende "como un hecho" que Maragall dejará la presidencia antes del verano. Sólo falta que se lo comunique por carta al primer secretario José Montilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.