El gran éxito de los nacionalistas da un vuelco radical en Navarra
Batasuna recupera en el País Vasco una fuerte presencia en sus feudos
Navarra protagonizó ayer el mayor vuelco de la jornada por la exitosa irrupción de los nacionalistas de Nafarroa Bai (Na-Bai), convertidos en la segunda fuerza bajo el liderazgo de Patxi Zabaleta, ex dirigente de Batasuna. Na-Bai y los socialistas, con apoyo de IU, podrán gobernar la comunidad, si bien entre los socialistas no existe unanimidad para ese pacto en una región tan sensible con su identidad.
El avance nacionalista queda apuntalado en Pamplona, donde la lista municipal de la candidata abertzale Uxue Barcos también es la segunda más votada. La sensibilidad navarra se agudiza en este caso porque Barcos necesita para hacerse con la alcaldía no sólo el apoyo socialista, sino también el de los dos concejales de ANV.
El PP y su marca navarra, UPN, fracasan así en su táctica de exhibir Navarra como el gran frente contra la política antiterrorista de Zapatero. UPN sigue como fuerza más votada, pero ya sin la mayoría que le ha permitido gobernar desde 1996.
En el País Vasco, donde el PP pierde 50.000 votos, Batasuna recupera una treintena de alcaldías con ANV, cuyos simpatizantes protagonizaron graves incidentes. El PNV mantiene su hegemonía en Vizcaya, pero resta apoyos en Guipúzcoa y Álava. El PP pierde en esta provincia otro de sus bastiones, Vitoria, donde los socialistas pasan a ser la fuerza más votada.
