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Entrevista:ANTÓNIO COSTA | Candidato socialista a la alcaldía de Lisboa

"La situación de Lisboa no puede ser peor"

A un mes escaso de que Portugal asuma la presidencia de la UE, António Costa, de 45 años, número dos del Gobierno portugués, ha dejado la cartera de Administración Pública e Interior para presentarse a las elecciones anticipadas a la alcaldía de Lisboa. Una decisión llena de riesgos, porque la ciudad anda sumida en el caos. Las elecciones son el 15 de julio, con lo que la abstención puede romper todos los pronósticos; se presentan 11 candidatos, cifra récord, entre ellos el ex alcalde investigado por corrupción, Carmona Rodrigues. Además, la situación financiera es de quiebra técnica: 1.100 millones de euros de deuda.

Pregunta. ¿Pensó alguna vez presentarse a alcalde de Lisboa?

Respuesta. En este momento no lo pensaba. Son unas elecciones imprevistas, entre periodos electorales, como resultado de la crisis abierta por la derecha en el Ayuntamiento. No esperaba tener que optar ahora al puesto, aunque he sido 11 años concejal en Lisboa, nací aquí, y es un gran desafío, para mí, para el Gobierno y para el país.

P. ¿Pese a que sólo cuenta con 300.000 votantes?

R. Ese es precisamente unos de los problemas centrales que impiden el desarrollo de Lisboa, que tiene que seguir siendo una referencia en el marco de la Península y de la UE. No podemos perder eso. Que además tenga la población de más edad de todas las capitales europeas dice mucho de su falta de dinamismo cultural y social. Y eso tenemos que cambiarlo.

P. ¿Y qué idea tiene? En dos años no va a dar tiempo a repoblar la ciudad.

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R. Trabajaremos en tres tiempos. El primero consiste en limpiar: sanear la quiebra financiera, aclarar los escándalos urbanísticos, rescatar a la ciudad de la suciedad y el abandono. Limpieza ética y física. En un segundo tiempo, haremos lo que se puede en dos años: identificar barrio a barrio lo factible con efectos inmediatos. En tercer lugar, haré una ambiciosa reforma estructural; la empezaremos a aplicar ahora y seguiremos dentro de dos años.

P. Así que se compromete a dedicar seis años a Lisboa.

R. Si los ciudadanos quieren, sí. Necesito al menos seis años. No tiene sentido dejar el Gobierno para dos años.

P. ¿Y por qué razón deja el Ejecutivo, donde tenía tanto poder e influencia?

R. Lisboa no es cualquier cosa. Es crucial para el país. Y el primer ministro consideró que, en vista de la desastrosa situación creada, el Partido Socialista debía responder al nivel más alto. No digo con eso que yo sea el más indicado, pero mi trabajo en el Gobierno estaba ya hecho y consolidado.

P. ¿Ha hecho en dos años lo que tenía que hacer en cuatro?

R. ¡No! Pero ahora venía la segunda fase, la de empezar a ejecutar las reformas que habíamos preparado. Y el primer ministro decidió que era oportuno que la ejecución la hiciera otra persona.

P. Algunos comentaristas dicen que Sócrates evita así que usted le haga sombra.

R. Eso es ficción política. Yo creo que es más simple: la derecha ha creado esta crisis municipal y los socialistas responden eligiéndome a mí.

P. Aunque el prestigio de la alcaldía ha quedado bajo mínimos.

R. La situación no puede ser peor desde el punto de vista económico y político. La Junta Municipal no ha dimitido y sigue en manos del PSD, con lo que la cohabitación será necesaria. La situación financiera es terrible, y la credibilidad y confianza de los ciudadanos en los gestores está en el nivel más bajo de siempre. Pero el político que no asuma retos, que cambie de oficio.

P. ¿El descrédito de los partidos es creciente?

R. La situación ha sido tan mala que era imposible que los partidos tuvieran crédito. Por eso en mi equipo cuento con ex políticos y con personas que tienen prestigio profesional. Mi número dos, Manuel Salgado, es un gran arquitecto y fue responsable de la Expo 98. Además, he elegido a cinco socialistas y cinco independientes; más mujeres que hombres (12 de 23), cinco de ellas entre los 9 primeros... Hemos entendido que los ciudadanos quieren gente nueva. La democracia local tiene que abrir esas puertas.

P. Pero, una vez más, la fractura de la fuerzas de izquierda dispersará el voto...

R. En 1989 yo negocié la coalición de izquierda que acabó promoviendo a la alcaldía a Jorge Sampaio. Esa era mi opción otra vez. Ahora, no por mi culpa, sino por mantener en Lisboa su política de contestación al Gobierno, los comunistas y el Bloco de izquierda han rechazado esa alianza. El error es suyo. Así que sólo queda una alternativa, dar una mayoría sólida al Partido Socialista. Ese es mi trabajo.

António Costa.
António Costa.

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