El PSOE logra el gobierno de siete de las ocho ciudades y sube en concejales y votos

La coalición que gobierna la Xunta podrá ser exportada a la mayoría de las ciudades gallegas, después de que las elecciones de ayer certificaran una tendencia a la baja del PP suave, pero de consecuencias calamitosas para el partido que lidera Alberto Núñez Feijóo. Ninguna ciudad apostó por mayorías absolutas, lo que se traduce en la pérdida de las tres ciudades que gobernaba el Partido Popular: Vigo, Ourense y Ferrol. El PSOE tiene la llave para gobernar siete de las ocho principales ciudades de Galicia, pero la alegría no será completa para el partido de Emilio Pérez Touriño, que pierde las mayorías absolutas en A Coruña y Lugo.

El BNG conserva el poder en Pontevedra pese al retroceso del alcalde Miguel Anxo Fernández Lores

El bipartito logra por vez primera el control de la Diputación Provincial de Lugo y mantiene la de A Coruña

Los populares pierden la mayoría absoluta en Ourense y se quedan sin las alcaldías de Vigo y Ferrol

El BNG mantiene unos apoyos semejantes a 2003 en el conjunto Galicia y conserva Pontevedra, pero sufre un retroceso en las ciudades que se resume en Ferrol, que gobernó hace sólo cuatro años y donde sufre un descalabro que lo relega al quinto puesto entre las fuerzas políticas representadas. La sensación de derrota para el Partido Popular se acentúa con la pérdida de una Diputación Provincial histórica, la de Lugo. El PP salvó a última hora, por un puñado de votos, la de Pontevedra, mientras José Luis Baltar mantuvo su feudo irreductible de Ourense.

La principal batalla era de la Vigo, y su resultado ilustra el sabor agridulce que estas elecciones dejan en el PP. En la principal ciudad gallega, la alcaldesa Corina Porro pasa de 10 a 13 concejales y sube más de diez puntos, pero se queda sin ningún partido con que pactar, por lo que el anunciado acuerdo entre socialistas y nacionalistas convertirá en alcalde a Abel Caballero, del PSOE. También A Coruña seguirá gobernada por el PSOE, pero Javier Losada fue incapaz de revalidar los 24 años de mayoría absoluta de su antecesor, Francisco Vázquez, lo que le aboca a pactar con los nacionalistas. Otra de las alcaldías que pierde el PP es Ourense, donde a Enrique Nóvoa se le escapa un concejal respecto a los logrados hace cuatro años por Manuel Cabezas, de forma que se abre paso un gobierno de coalición liderado por el socialista Francisco Rodríguez.

Irisarri en Ferrol

El Partido Popular pierde Ferrol, donde conserva sus siete ediles pero paga el desplome de su aliado natural, los Independientes por Ferrol de Juan Fernández. El PSOE salta de cuatro a nueve concejales y el BNG se desploma, al pasar de seis a dos. Al socialista Vicente Irisarri le bastaría por lo tanto el apoyo de Esquerda Unida para gobernar la ciudad.

Como en el caso de A Coruña, al socialista José López Orozco se le escapa la mayoría absoluta con que gobernó Lugo durante el último mandato, y deberá apoyarse en el Bloque Nacionalista Galego.

Otro tanto deberá hacer el socialista Xosé Sánchez Bugallo en Santiago de Compostela, aunque esta vez pierde la condición de partido más votado en favor del PP de Gerardo Conde Roa, con el que intercambia un concejal. Los pactos también serán los que puedan permitir al PSOE retener la alcaldía de Vilagarcía tras el abandono de Javier Gago, donde, al igual que en Ferrol, desempeñará un papel relevante una Esquerda Unida que parece detener en Galicia su caída de los últimos años.

Para el Bloque Nacionalista Galego, las elecciones consolidan su mayor presencia en las villas de tamaño medio, en tanto que en las ciudades registra caídas prácticamente generalizadas, si se exceptúa el caso de Lugo. Los nacionalistas mantienen la única alcaldía urbana que tuvieron durante el mandato pasado, Pontevedra, donde el alcalde nacionalista, Miguel Ánxo Fernández Lores, pierde tres concejales, mientras que el PP de Telmo Martín sube dos.

Como en Vigo, los populares se quedan en Pontevedra al borde de la mayoría absoluta, pero a Martín le faltó un edil para conseguir que Lores deje de gobernar en coalición con los socialistas.

El modelo del bipartito no se detendrá en las ciudades. La alianza de socialistas y nacionalistas será también la que pueda apear a los populares de la Diputación de Lugo y mantener el gobierno de la de A Coruña. En Lugo, el pacto pondrá fin al largo mandato de Francisco Cacharro, quien dejó en esta ocasión de ser el candidato de su partido, al perder el PP cuatro de los 15 diputados con que contaba. Ahora empata a 11 con el PSOE, que gobernará con el apoyo del BNG, que obtuvo tres. Durante toda la noche estuvo en peligro la continuidad de Rafael Louzán en la corporación provincial de Pontevedra, pero a última hora, por un un escaso margen de un centenar de votos, el PP logró mantener la plaza.

La lectura de las elecciones del presidente de la Xunta y secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, fue de victoria. "El PSOE ha ganado claramente las elecciones", resumió tras el recuento. "Es el único partido que sube en votos y en concejales, y va a gobernar en siete de las ocho ciudades gallegas". El líder del BNG, Anxo Quintana, expresó su "ponderada satisfacción", mientras Alberto Núñez Feijóo destacó que el PP fue el partido más votado.