"El árbitro me dijo que no me tirara"

Bernd Schuster, entrenador del Getafe, se lamentó amargamente del gol que Messi le marcó a su equipo en la ida de las semifinales de la Copa del Rey disputada en el Camp Nou. La jugada del delantero azulgrana evocó la que protagonizó Maradona contra Inglaterra en el Mundial de México 86. Ambos se zafaron de cuantos defensas les salieron al paso para llevar la pelota desde su propio campo hasta la red del rival. "No debimos encajar el gol; esa jugada hay que pararla antes de que el jugador llegue al área", señaló el entrenador alemán. El pasado sábado, el Getafe cometió 23 faltas, por 13 del Barça, en el partido de Liga disputado en el estadio azulgrana. "No entiendo la actitud del árbitro. Nos ha perjudicado mucho con la expulsión de Ronaldinho", lamentó Messi. "Antes del partido, el árbitro me dijo: 'No te tirés que yo te voy a cobrar si lo veo'. Pero en la jugada del penalti, intento seguir y luego no cobra nada. Nos quiso avisar de que jugáramos: es bueno que se hable".

El Barça recurrirá la sanción a Ronaldinho aunque teme que haya dicho adiós a la Liga

Messi se fue a casa cojeando por un golpe en la rodilla derecha que necesitará atención médica. No se quejó, a diferencia de Rijkaard. "Hay jugadores a los que les soplan y se caen; a los nuestros les dan una, dos, tres y hasta cuatro patadas, pero no se tiran. Les gusta el fútbol, aman su deporte. El año que viene deberíamos sentarnos todos y hablar con los árbitros. Los equipos que quieren crear deberían estar más protegidos", asumió Edmilson, portavoz de un equipo que se siente maltratado cuando le recriminan su estética y juego lúdico y menospreciado si le enfrentan de manera dura y responde con las mismas armas.

"¿Qué pasa con vuestro Messi?, ¿No se le puede tocar?", soltó el sábado por la noche Schuster, que compareció en la rueda de prensa tan tenso como su equipo en la cancha. "¿Y a éste que tripa se le ha roto?," se preguntaban muchos azulgrana en las entrañas del estadio, incluida la zona de vestuarios, desde donde se escuchó una respuesta en el anonimato: "Habrá perdido mucha pasta esta noche". La actitud menospreciativa de Schuster hacia el Barcelona -"le hemos dado una lección"- provocó la respuesta airada de Rijkaard. Imperturbable normalmente, el técnico salió en defensa de sus jugadores con una determinación desconocida: dijo que la expulsión de Ronaldinho era "casi una injusticia" y añadió: "No vamos a tomarla con Ronnie. Es un jugador que llena campos y que recibe una, dos, tres y cuatro faltas y llega un día en que te enfadas".

Pero la realidad es que, posiblemente, Ronaldinho se despidió el sábado de la temporada después de que Pérez Burrull le mostrara la tarjeta roja. El acta arbitral es contundente: "Tras haber sido decretada una falta a su favor, el jugador se revolvió hacia el rival, lanzando una pierna contra él, golpeándole; acto seguido le lanzó la otra pierna, sin golpearle. El jugador del Getafe no tuvo que ser atendido y pudo continuar el juego".

Desconsolado, el gaúcho se resistió a dejar el campo, mostrándole al cuarto árbitro el puntapié de Belenguer. Era consciente de que se perderá el derby y seguramente la última cita contra el Nàstic. El Barça recurrirá la sanción, pero los antecedentes no son buenos: Ronaldinho fue expulsado el año pasado por una entrada a Cani, del Zaragoza, en la Copa. El Barça se quedó una hora con 10 y jugó un partido tan heroico como el de Getafe, aunque le valió de poco: ganó (2-1) pero fue eliminado. Ronaldinho cumplió el ciclo de tarjetas ante el Atlético (1-3) y la sanción por la roja en Valencia (1-0). El Barcelona, en cualquier caso, fue campeón.

Los problemas se le acumulan a Rijkaard para el derby. A la baja de Ronaldinho se suma la de Edmilson, también sancionado, ahora que jugaba de mediocentro. Pese a la confusión, Eto'o sí estará ante el Espanyol: no fue amonestado y sí Deco. Rijkaard tiene un gran consuelo: la entrega de su equipo y la reconciliación con la grada. El Barça no tira la toalla.