Banquero, filántropo y solidario
John Studzinski ha donado esta semana siete millones a la Tate Modern
Sus amigos le llaman Studz y sus empleados le conocen como John Studzinski. Nació en Boston hace 51 años y se licenció al mismo tiempo en Biología y Sociología en la Universidad Bowdoin de Maine. Llegó a Londres en 1980 para trabajar en la City y 10 años después era uno de los jefes de Morgan Stanley. En 2003 se convertía en vicepresidente del banco HSBC y desde hace dos años es el director gerente del grupo de inversión Blackstone.
Mientras la carrera profesional de John Studzinski crecía como la espuma, Studz comenzaba otra: la de filántropo. En 1998 inició una campaña contra las situaciones de mendicidad, animando a las empresas a proporcionar puestos de trabajo y cursos de formación para ayudar a los sinhogar a reintegrarse al trabajo. En 2001 creó Genesis Foundation para apoyar a nuevos artistas y en concreto para proporcionar préstamos a jóvenes que deseen iniciar empresas creativas.
Su logro más visible fue el Premio Genesis de Ópera, una gran inversión en ópera de cámara moderna que financia la composición de nuevos musicales para teatro y garantiza la producción de las obras.
Studzinski también trabaja con personas sin hogar. Es miembro fundador de The Passage, una de las mayores sociedades benéficas para los sintecho de Londres, donde a menudo se le ve los sábados por la tarde, cocinando. En reconocimiento a su trabajo, en 2000 recibió el premio Prince of Wales Ambassador.
Su última acción altruista ha sido donar a la Tate Modern de Londres, de la que es fideicomisario, 7,35 millones de euros. Se trata de la mayor aportación económica que ha recibido este museo de arte contemporáneo de un particular. El director del museo, sir Nicholas Serota, ha explicado que ésta no es la primera aportación de Studz quien ya ayudó económicamente a la Tate Modern en 2000. Studzinski se ha negado a hablar de su gesto, y se ha limitado a emitir un comunicado en el que dice que la Tate Modern tiene "una gran trayectoria" y que creía "en respaldar a los ganadores".
Y es que Studzinski trata de evitar la fama que el mecenazgo aporta. En una de las escasas entrevistas que ha concedido explicó cómo le gustaría ser recordado: "Me gustaría saber al final de mi vida que he animado, ayudado a salir adelante y dado una plataforma a un grupo de artistas, y que esto les ha inducido a producir algo maravilloso".
Studz tiene fama de ofrecer en su casa de Chelsea fiestas en las que los ejecutivos de la City se mezclan con estrellas de Hollywood. Se dice que en navidades y Año Nuevo alquila una villa en las Barbados para festejos. Mel Gibson, Sting, la familia Gucci y lord Browne, ex jefe de British Petroleum, son algunos de sus amigos. En el aniversario de su 50º cumpleaños actuó el violinista Maxim Vengerov. Viendo la trayectoria de su vida sólo cabe preguntarse: ¿hace algo mal Studz?
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