Promovería ciudades más pequeñas

Si yo estuviera en la política lo primero que haría sería promover que las ciudades fueran más pequeñas. Para mí, el tamaño perfecto es el de las que tienen una población de unos 200.000 habitantes. Cuando se supera ampliamente esa cifra, la ciudad se deshumaniza, y se pierde calidad de vida. Yo creo que la política tiene que estar al servicio del ciudadano también en el sentido de acabar con el hábito de crear macrociudades, porque se acaban convirtiendo en monstruos, como ha ocurrido con Madrid y Barcelona. En vez de dejar que el cemento invada el paisaje, potenciaría la creación y conservación de zonas verdes y deportivas; invertiría en parques infantiles y guarderías, y daría importancia a las indicaciones de los padres de familia.

Yo fomentaría a tope los transportes públicos, y los individuales que contaminan poco, o no contaminan, como la moto y la bicicleta. Creo que sería radical en reducir el uso del automóvil en las ciudades.

Sacaría más policías a la calle. Uno de los problemas de la falta de seguridad ciudadana está relacionado con las deficiencias en ese terreno. Hay que liberar a los agentes de las tareas burocráticas en oficinas y ponerlos a patrullar por las ciudades, para que atiendan a quienes necesitan de su ayuda y con su presencia disuadan de cometer delitos. Junto a eso, prohibiría el consumo de alcohol en la vía pública.

Mi lista electoral no estaría formada por políticos sino por profesionales. Creo que es a ellos a los que hay que encomendar tareas tan importantes como es el urbanismo, los servicios sociales, los transportes y las comunicaciones. Aunque está fuera de las competencias de un alcalde, no quiero dejar de decir que soy partidario de las listas abiertas, sobre todo en las elecciones municipales, en las que los votantes deberían poder escoger entre candidatos y no solo entre partidos. A veces se trasladan normas de la política nacional a la municipal con efectos contraproducentes. Ahora, por ejemplo, muchas personas van a votar seguramente a favor de la oposición o del Gobierno de la nación, cuando lo que se dirime es la política en los municipios, y éstas no son siquiera unas elecciones primarias.

No quiero acabar sin dejar de decir que apostaría por dotar a Granada de una buena red de comunicación con Sierra Nevada y que daría todo mi apoyo para que la ciudad contara con un equipo de fútbol en Primera División.