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Crónica:Fútbol | 35ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ilusión en el último suspiro

El Valencia mantiene sus opciones en la Liga gracias a un gol tardío de Joaquín

En la víspera del partido en el que el Valencia se jugaba sus opciones al campeonato de la Liga, Quique Sánchez Flores aventuró la fórmula del éxito: "hay que acabar con la alegría del Mallorca". Su rival de ayer, es cierto, se pasea con una sonrisa de oreja a oreja por este tramo final de la temporada. Soñaba incluso con asaltar las posiciones europeas, después de un año en que llegó a ver de cerca el descenso. El Valencia tenía la fórmula, le costó Dios y ayuda aplicarla, y a punto estuvo de decir adiós a la Liga. A falta de un minuto para el final, Joaquín llegó al rescate y prolongó las ilusiones de los valencianistas, ante un Mallorca que no se dejó amedrentar y se mostró capaz de aguarles la fiesta.

MALLORCA 0 VALENCIA 1

Mallorca: Moyà; Héctor, Ballesteros, Nunes, Navarro; Varela (Jankovic, min. 69), Pereyra, Basinas, Jonás; Ibagaza y Arango. No utilizados: Prats, Dorado, Ramis, Jordi y Maxi López.

Valencia: Cañizares; Miguel, Ayala, Albiol, Moretti; Joaquín, Marchena (Baraja, min. 66), Albelda, Silva (Jorge López, min. 84), Villa y Angulo (Gavilán, min. 59). No utilizados: Butelle, Del Horno, Hugo Viana y Curro Torres.

Goles: 0-1. M. 89. Jugada que inicia Villa, taconazo de Jorge López para Joaquín, que recoge la pelota y marca ante Moyà de tiro cruzado desde dentro del área.

Árbitro: Rodríguez Santiago. Mostró la tarjeta amarilla a Moretti, Navarro, Héctor y Ayala.

Unos 17.500 espectadores en el estadio Son Moix.

Villa apareció con un disparo lejano y, por los baleares, Jankovic envió un balón a la cruceta

Los dos equipos salieron al campo con objetivos dispares, pero planteamientos gemelos. De entrada, Quique y Gregorio Manzano erigieron cuatro valladares en el centro del campo: a la contundente pareja valencianista formada por Marchena y Albelda, el técnico balear opuso a los no menos toscos Basinas y Pereyra. El resultado, dos conjuntos que jugaron a verlas venir, se desentendieron del balón y apostaron descaradamente por el contragolpe.

Una estrategia discutible en el caso de un equipo, el Valencia, que partía con la aspiración de irse a dormir a un punto del lider. Y como mínimo sorprendente por parte de un grupo como el Mallorca, que en casa gusta de jugar la pelota y, a priori, afrontaba la cita sin urgencias.

Pero lo cierto es que, tras una fulgurante e histórica racha de siete victorias, el Mallorca se ha sacudido con solvencia sus fantasmas. Aunque con la boca pequeña, en la isla se hablaba ya de la posibilidad aún matemática de entrar los puestos que dan acceso a la Copa de la UEFA, y de ser el mejor equipo de la segunda vuelta, algo parecido a un campeón de primavera.

El partido sólo se desperezó después del descanso y de unos 45 primeros minutos en que los rivales se dedicaron a esperarse mutuamente, sin que ninguno se atreviera a dar el primer paso. Sólo tuvo una opción muy clara el Valencia, en botas de un Angulo que suplía la sensible baja de Morientes. Pero su mano a mano frente a Moyà lo resolvió con acierto el portero. Por su parte, el Mallorca apenas inquietó a Cañizares.

Afortunadamente, la reanudación presentó a dos contendientes absolutamente diferentes. El Valencia parecía, ahora sí, una alternativa a los tres favoritos de la Liga. La conexión entre Angulo y Joaquín pudo adelantar a los valencianistas, pero el andaluz se topó otra vez con Moyà. Quique incluso decidió prescindir de Albelda y añadió más madera con Gavilán y Baraja. Pero, mientras tanto, en el Mallorca se operaba también otra transformación. Pasó lo que suele pasar cuando toma la batuta Ibagaza: ocasiones y sensación de peligro inminente.

Villa apareció con un disparo lejano y, por los locales, Jankovic envío un balón a la cruceta. Cuando las cosas se ponían feas y todo indicaba a que el duelo acabaría en unas amargas tablas para el Valencia, surgió Joaquín, el verdadero clavo ardiendo al que se agarran los del Turia en su agónico asalto al liderato. El extremo se internó en el áera para enviar a la red un pase de Jorge López en el último suspiro. Hay esperanza en Valencia, y el Mallorca se queda en calma, sin sufrir pero más lejos de su improvisado premio final europeo de última hora.

Le queda, eso sí, el consuelo de saberse el juez de la Liga. Así lo marca el calendario: tras la cita de ayer ante el Valencia, los baleares han de recibir al Sevilla, al que ya ganaron a domicilio. Y, en la última jornada, rendirán visita al Bernabéu.

Gavilán, Miguel, Jorge López y Villa felicitan a Joaquín por su gol.
Gavilán, Miguel, Jorge López y Villa felicitan a Joaquín por su gol.EFE

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