_
_
_
_
Reportaje:

El fútbol vuelve a casa

Manchester United y Chelsea disputan la final de la Copa de Inglaterra en el estreno oficial del nuevo estadio de Wembley

El fútbol vuelve hoy a casa, al nuevo estadio de Wembley. Un año más tarde de lo previsto, el nuevo templo del fútbol británico albergará hoy la final de la Copa de Inglaterra (16.00, La Sexta). Tras conquistar su 16º título de Liga, el Manchester United buscará el cuarto doblete de su historia, después de los de 1994, 1996 y 1999. Enfrente, el Chelsea buscará la gloria y ser el equipo que suba los 107 escalones que separan ahora el césped del palco. Antes eran 39 escalones, pero en el nuevo estadio, levantado con numerosos problemas sobre las ruinas del viejo Wembley, todo es más grande y, dicen, tremendamente más cómodo. Del último aforo, 78.000 espectadores, se ha pasado a 90.000, y cada asiento ha ganado nueve centímetros de superficie respecto a los antiguos. Y si antes cabían 361 lavabos, ahora hay 2.618.

Mourinho, falto de plantilla, ha pensado en el meta Hilario como suplente de Drogba
Más información
Drogba fulmina al Manchester

Wembley ya no es Wembley, pero la Cup es la Cup y no es casual que la final de esta tarde sirva de excusa para el estreno oficial -se hizo una prueba antes con un partido de la sub-21 inglesa- de los 90.000 metros cúbicos del diseño de Foster & Partners, esas 23.000 toneladas de acero coronadas por un arco de 133 metros de altura que han costado 757 millones de libras, unos 1.100 millones de euros.

Mourinho ya ha movido ficha y ha pedido a Cristiano Ronaldo que no haga teatro: "Que no manche esta final", ha dicho Mou, que se juega mucho. Para la entidad de Stamford Bridge, que ayer fichó al central Alex, del PSV Eindhoven, terminar este curso en blanco representaría el fin de un ciclo. También para el vestuario, donde Joe Cole tomó la iniciativa: "He jugado partidos de la Champions League y un Mundial, pero esto es lo más grande", exclamó ayer el lateral del grupo de Londres.

"Para los ingleses, no hay nada más grande que ganar este título", conviene Rafa Benítez. El técnico madrileño la ganó con el Liverpool el año pasado, por penaltis, en Cardiff y al West Ham. "Los niños ingleses soñamos con jugar ese partido, no uno de Copa de Europa o de un Mundial. La importancia de esas competiciones la entiendes de mayor", asegura Owen. "Estoy seguro de que si le das a elegir a un aficionado, prefiere la Cup a la Champions", cree Xabi Alonso, centrocampista de los reds. Jordi Cruyff, ex del Barcelona, ahora en Ucrania, y que la ganó con el Manchester en 1999, lo tiene claro: "Es el partido de su vida. A nosotros nos dieron un traje que sólo usamos para ir a esa final". "Es un partido maravilloso, un ambiente incomparable. Aquella tarde descubrí el peso de la tradición: no tienes nunca la sensación de que sea un partido más", dice el Chapi Ferrer, que ganó con el Chelsea al Middlesbrough la final de 1997. "Ese día", recuerda Joe Cole, "viví en la grada el partido. También estuve en la del 94, contra el United. Nos metieron cuatro y tardé semanas en recuperarme del disgusto".No está claro que Mourinho le sitúe hoy de titular.

El técnico portugués ha tenido una semana complicada. No sólo fue arrestado el jueves por negarse a que la policía se llevara a su mascota, un pequeño perro yorkshire, para ponerlo en cuarentena. También ha visto tambalearse a su plantilla por problemas físicos, hasta el punto que llegó a pensar en Hilario, el portero suplente de Cech, como alternativa a Drogba en el ataque si el africano se lesiona durante el partido.

Mourinho da órdenes en un entrenamiento con el Chelsea.
Mourinho da órdenes en un entrenamiento con el Chelsea.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_