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Reportaje:Elecciones 27M

Alborch presenta su propio circuito urbano verde

La candidata escoge la huerta que se vería afectada por el trazado de Fórmula Uno para ofertar un jardín global en la ciudad

Cuatro pintores aficionados desplegaban ayer sus caballetes junto a la huerta de Valencia, en la ermita del Fiscal, cuando un camión cargado de parafernalia electoral interrumpió su inspiración. La candidata socialista a la alcaldía de Valencia, Carmen Alborch, escogió ayer ese remoto lugar, rodeado de cultivos y de difícil acceso, para presentar su plan verde para la ciudad. Invitó a los valencianos a practicar el "senderismo urbano" a través de la vía verde que permita "coser" los barrios a través de arboledas. Lanzó su apuesta por la sostenibilidad de la ciudad entre las alquerías que bordearán por el sur el futuro circuito de Fórmula Uno.

"Espero que os haya gustado descubrir este lugar", resumió Alborch al finalizar la puesta en escena de su plan. Sabía que había sorprendido. A las diez de la mañana, una hora antes de que comenzara el acto, un turismo plagado de pegatinas y carteles electorales de la alcaldesa Rita Barberá, recorría los estrechos caminos entre cultivos. Después de no avistar socialistas en la huerta, el conductor optó por propagar a un alto volumen el himno del PP. Como si hubiera finalizado su misión de espionaje o de purificación del ambiente entre las alquerías, desapareció. Llegó el momento de Alborch y su caravana de urbanistas.

Invitó a los valencianos a practicar el "senderismo urbano" a través de la vía verde

Bajo un letrero en homenaje a la Virgen de los Desamparados, la candidata expresó sus intenciones. Vertebrar las calles de Valencia a través de vías blandas. Arboledas que permitan al ciudadano recorrer la ciudad bajo la sombra de los bulevares. Plagar de árboles la ciudad para unir 30 equipamientos ajardinados. Consciente de que podía caer en la promesa abstracta, Alborch decidió apoyar políticamente su idea. "Hemos hablado con el Ministerio de Medio Ambiente para recuperar los recorridos históricos de la ciudad", señaló. El concejal José Luis Ábalos le susurró algo al oído. "Es cierto. Esta propuesta está presentada y asumida por la conferencia política del partido", reaccionó la candidata.

"Tenemos que recuperar los tesoros ocultos de la ciudad", proclamó sin reproches a la gestión municipal de los últimos 16 años. Las críticas al descuido en materia verde que sufren algunos barrios fueron envueltas en proyectos. "Queremos integrar Benimàmet y Natzaret de una manera definitiva", sonrió. "Aprovechar las grandes rondas y el litoral marítimo", destacó.

A su lado, el arquitecto de la Universidad Politécnica e integrante de la lista electoral del PSPV, Vicente González Móstoles, lanzó el dardo más crítico a sus rivales electorales: "A pesar del negacionismo insufrible, muchos de los proyectos que ahora proponemos estaban en la política urbanística socialista de los años 80". Vicente González Móstoles participó en la elaboración del plan general vigente en la ciudad que prevé parques y zonas ajardinadas donde todavía crecen solares.

El futuro del Parque Central apareció también entre las promesas. "Estamos en conversaciones con [Víctor] Morlán (Secretario de Estado de Infraestructuras) para que las torres no formen parte del parque que debe ser un pulmón verde para la ciudad", declaró Alborch. "Hay un concurso de ideas para el espacio de las vías y eso es una puerta abierta para que las torres sean reversibles", esperanzó la candidata.

"Garantizamos que no se van a crear construcciones agresivas", remató Alborch.

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