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Reportaje:

"¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!"

La hazaña del Getafe ante el Barça empuja a la ciudad a festejarlo en la calle

El tipo se baja de un autobús que llega de Madrid. Va sacando pecho, con la cabeza bien alta. Al cuello lleva la bufanda del Geta anudada con mimo, pasando del calor de 30 grados que hace al sol, retando a la lipotimia. Anda lentamente por Getafe; cualquiera diría que está de paseo en vez de yendo a casa a comer tras el trabajo. Es un aficionado del Getafe al día siguiente de la gesta (la victoria frente al Barça, 4-0, y el pase del Geta a la final de la copa el próximo 23 de junio en el Bernabéu), uno de los muchos aficionados que ayer se pavoneaban en la ciudad con la camiseta azulona (o la roja de la segunda equipación) de un club "que sólo hace tres años ascendió ¡y mire usted lo alto que hemos llegado!", decía.

Los getafenses ponían una vela a Schuster y se abandonaban al sopor de la victoria
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Muchos currantes no fueron ayer a trabajar en Getafe (156.000 habitantes) porque el orgullo -y la farra, sobre todo la farra, que duró hasta la madrugada- les llevó a dormir el día. Jacinto, encargado de fábrica que festejaba al mediodía con el alcalde, Pedro Castro (PSOE), en el bar Órdago tuvo que mandar a casa a varios "que cumplieron y se presentaron, pero que estaban mejor durmiendo la mona".

"¡Jefe, otra ronda!", gritaba un miembro de la peña Geta Genios que sienta plaza en el bar La Molinera, cerca del Coliseum Alfonso Pérez donde se había fraguado la ominosa derrota de los catalanes. El hombre no tenía la voz como para berrear pero se valía de un megáfono que no había soltado desde que entró en el estadio la noche anterior. Eran las 15.35 del viernes, seguía corriendo la cerveza, y los ojillos de la concurrencia, incluidos los del presidente de la Federación de Peñas, José Manuel Mateo, no dejaban lugar a dudas sobre lo ocurrido desde el triunfo rotundo de sus ídolos. "Cuando subimos a Primera fue la locura, como ayer, pero esta vez lo celebramos en dos plazas, en la Cibelina [una Cibeles a pequeña escala con sus leones y todo, lugar de los triunfos azulones] y en la de la Afición, junto al estadio, así que estaba dividida la cosa", explicaba Mateo. "¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!", se oía aquí y allá por Getafe.

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La tienda oficial del Geta, junto a la plaza del General Palacio, hizo ayer su agosto en mayo. "Lo nunca visto: ¡había cola a las diez!", se sorprendía Ana, la empleada. Los clientes no pararon de entrar en todo el día para comprar todo tipo de parafernalia del equipo.

En el centro de la ciudad, David, de 13 años salía del colegio con un amigo. "Sí, estuve en el estadio: Fue guay", cuenta el chaval, un culebrilla de lo más espabilado que, como es canijo, pasó gratis: "Ya ves colega, se supone que tengo 10 años", se partía de risa. Otros chavales, en Tercero de ESO de los Escolapios, no podían pasar por pequeños por lo que siguieron "el partido de la Historia", como uno lo llamó, desde casa. "Es que el abono vale 280 euros, tío", se quejaba Carlos; "¡joder, si el del Atleti me sale a 220!", le apoyaba Rober.

Pedro Castro estaba pletórico. En una terraza del centro se lo iban turnando las televisiones, carrusel informativo que empezó para él a las siete de la mañana tras ducharse después una noche sin dormir. "Somos capaces de soñar lo más grande y ayer [por el jueves] demostramos que lo hacemos realidad", decía Castro a todo el que le plantaba un micrófono delante.

El presidente del club, Ángel Torres, parecía mucho más sereno unos metros más allá. En un tono calmado -"soy una persona fría", decía como justificándose ante la algarabía que le rodeaba- contó lo que le dijo su mujer cuando se vio transparente la goleada, cuando lo imposible se volvió real: "Ángel, al final siempre te sales con la tuya".

Los getafenses le daban ayer la razón, ponían una vela a Schuster (el entrenador del Geta) y se abandonaban al dulce sopor de la apabullante victoria y el alcohol.

El presidente del <i>Geta,</i> Ángel Torres (izquierda), y el alcalde de Getafe, Pedro Castro, celebran el triunfo.
El presidente del Geta, Ángel Torres (izquierda), y el alcalde de Getafe, Pedro Castro, celebran el triunfo.C. ÁLVAREZ

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