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Crónica:Verdades estadísticas | Elecciones 27M
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una declaración de fe verosímil

Javier Sampedro

Hay dos formas de evaluar el impacto social de los documentales científicos de La 2: preguntar a la gente si los ve -de donde colegiremos un fenómeno cultural- o medir el índice de audiencia, que nos revelará más bien una catástrofe natural. Muchas estadísticas sociológicas, incluidas las proyecciones electorales, se basan en sondeos de opinión, pero el efecto La 2 ilumina con esplendor la regla de oro en este negocio: que un dato objetivo canta más que los cantos de mil cisnes.

Este diario publicó hace unos meses un buen indicador de la evolución del laicismo en la sociedad española: el porcentaje de gente que se hace enterrar por lo civil (sin que importe lo que hubieran opinado mientras podían responder a las encuestas). Y otro que podría estar bien es la proporción de casillas asignadas a la Iglesia en la declaración del IRPF: la hipocresía no suele guardarse en el mismo bolsillo que la cartera, y alguno habrá que crea y no pague, pero no mucho que pague y no crea.

La marca de casillas sorprenderá a pocos lectores: Navarra, con un imbatible 50,6%. Entre las varias formas concebibles de hacer una declaración de fe, pocas habrá tan verosímiles como una declaración de Hacienda. Poco hay que discutir aquí: el dato va a misa.

Pero ¿alguien se imagina qué provincia pone menos casillas? No, ésa no es. Lo siento, tampoco es la suya: es Barcelona, con un escueto y francamente poco piadoso 23,8% (ni a media Navarra llega eso, vamos). ¿Qué les pasa a los barceloneses con las casillas? Porque les recuerdo que uno tiene que pagar igual aunque no la marque (listillos).

Es muy poco probable que haya más ateos en Barcelona que en cualquier otro punto de este valle de lágrimas. La religiosidad, o la falta de ella, tienen una relación muy directa con ciertos rasgos universales de la psicología humana, como el impulso de la trascendencia y el miedo instintivo a la muerte, y su distribución en cualquier población es muy similar, como lo es la del buen carácter. En cualquier edificio de vecinos puedes hallar una muestra representativa de toda la variabilidad humana. El ateísmo no puede ser un hecho diferencial. ¿Entonces?

Aquí les avanzo mi hipótesis para que se la carguen (alguna vez hay que darle gusto al cuerpo de mis corresponsales). Yo creo que la percepción general del catalán como un tacaño es profundamente errónea, aunque es verdad que el tópico quiere oír alguna campana cierta. Jamás he visto a un catalán escaquearse de pagar una cuenta (y miren que he visto eso veces en Madrid). Lo que si hará el catalán en insistir en pagar su parte con exactitud, y en hacerlo constar de manera pública y con una contabilidad transparente. Como le dijo un amigo mío de Barcelona a un vecino suyo: "¡Deje usted en paz al niño, por Dios, que nos tiene que pagar nuestras pensiones!". Cuentas claras. De ahí, intuyo yo, debe venir la escasez casillera de los compañeros azulgrana. ¿No creen?

Finalizamos con nuestra aclamada sección fija A ti te encontré en un blog:

Kike: "Me hace mucha gracia la omnipresente idea de que es preferible adquirir un pisito nuevo aunque esté en la M-70 que uno de 50 años en el centro. ¿No vivirías en el Palacio Real si te lo ofrecieran?".

Pepa: "Mejor reconstruir que ir a vivir donde Cristo perdió el gorro, y no es lo mismo Barcelona que Bollullos del Condado (por poner dos ejemplos tontos)".

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