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MÚSICA

La mujer y el talento artístico

"MALDIGO A mi padre que me dejó creer que yo era compositora". Tan severa crítica a su progenitor, escrita por la pianista y compositora Clara Wieck (1819-1896), que sacrificó su carrera en favor de la de su esposo, Robert Schumann, ejemplifica la maldición que durante siglos ha significado para las mujeres poseer talento artístico. Reflejar la dimensión social que la mujer desempeña en el mundo y en el arte a través de las voces de cantantes de géneros diversos, desde la ópera al jazz y de la canción melódica a la étnica, es el propósito que animó a la uruguaya afincada en Barcelona Lil Castagnet a crear en 2005 el festival de música Únicas. Grandes intérpretes femeninas, cuya tercera edición abre el lunes Jessye Norman. En noviembre y diciembre, el festival, con un cartel de artistas todavía por determinar, se celebrará también en Madrid.

"Me honra inaugurar un festival que realza los logros de la mujer en el mundo de las artes", afirma la soprano. "En el siglo XXI, el papel de la mujer ha evolucionado mucho con respecto a las esperanzas y los sueños de las generaciones y generaciones de mujeres que nos han precedido. Actualmente, hay mujeres dirigiendo las mayores empresas del mundo, universidades, presidiendo Estados... y al tiempo que mantienen la conexión con su comunidad, su familia y crían a sus hijos, cargan en sus espaldas los problemas del mundo llevando estas responsabilidades con dignidad, inteligencia y fuerza".

La camaleónica voz de Jessye Norman comparte cartel en el festival con las de la cantautora mallorquina Maria del Mar Bonet, la intérprete de musical Maria Friedman, la monja budista Any Choying Drolma, Lolita, la fadista portuguesa Misia, la cantaora Carmen Linares y la brasileña Maria Bethânia.

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