Importa inaugurar

Anoche se abrió la campaña electoral para las elecciones municipales en toda España, autonómicas en 13 comunidades y provinciales en el País Vasco. Al olor de las urnas hemos asistido a espectáculos insólitos (a codazos casi) por salir en la foto de acuerdo con el principio de que importa más inaugurar que lo inaugurado. Son las primeras elecciones desde las generales de 2004 en que todos los españoles tienen ocasión de votar, y de ahí que los estados mayores de los partidos las consideren un ensayo de las legislativas del año próximo.

La experiencia aconseja no perder de vista que todas las elecciones son diferentes, y más las de ámbito municipal, en las que cuentan los problemas inmediatos y las características personales de los candidatos locales. En 1999, por ejemplo, hubo un cuasi empate entre los dos grandes partidos, lo que no impidió a Aznar ganar un año después por mayoría absoluta. Mientras que la victoria global por estrecho margen de los socialistas en 2003 (por primera vez desde 10 años antes) se confirmó, contra muchos pronósticos, en las generales de 2004.

Aun así, los principales partidos parecen decididos a plantear su estrategia como si, en efecto, se estuviese ante unas primarias del gran duelo que tendrá lugar en 2008. La participación en actos de campaña por parte de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, notablemente superior a la de otros líderes en el pasado, pretende trasladar la impresión de que son ellos, y no los candidatos de sus respectivas formaciones, los que se juegan una parte de su futuro político. Este enfoque se traduce, además, en un mayor protagonismo de los asuntos con repercusión estatal, tengan que ver o no con ayuntamientos y comunidades autónomas.

La corrupción urbanística, con su inevitable secuela de desarrollo municipal aberrante, apenas ha aparecido en la interminable precampaña como un problema que requiere respuestas, sino como un instrumento para deslegitimar al adversario. Aparte de los efectos que pueda tener en el futuro la nueva Ley del Suelo, aprobada pocas horas antes del inicio oficial de la campaña, habrá que confiar en que las cosas cambiarán a partir de hoy y en que se empezarán a conocer las propuestas para corregir una situación insostenible. No se puede seguir hurtando a los ciudadanos la posibilidad de escoger entre diferentes alternativas para acabar con la corrupción y alejar de la vida pública a quienes la practiquen o la consientan.