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Crónica:Fútbol Sevilla-Getafe, final de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Hemos jugado casi a la perfección"

Schuster alaba a sus jugadores, que celebraron la victoria al grito de "¡sí, nos vamos a Madrid!"

Bernd Schuster apareció en la sala de prensa vistiendo una camiseta de entrenamiento del Getafe. Tan extraño atuendo respondía, seguramente, a que en el vestuario sus jugadores le habían empapado la camisa, de tal forma que no consideró adecuado comparecer de esa guisa, siendo el entrenador de un equipo que el próximo año jugará en Europa.

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"Sí, es posiblemente el día más feliz de mi carrera como técnico", afirmó. No era para menos. En apenas dos años Schuster ha transformado a un equipo que subió de Segunda, sin más ambición que la de mantener la categoría, en todo un finalista de la Copa del Rey y en un cuadro que el año que viene paseará sus hermosuras por el escaparate europeo, siempre que el Sevilla, su rival en la final de Copa, acabe en puestos de Champions.

Casquero, Güiza, Pachón, Vivar Dorado, la plantilla casi al completo, apareció por sorpresa en medio de los gritos que la afición getafense se ha cansado de repetir durante la última semana, para convencerse de que había sitio para la proeza. "Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid", se desgañitaba Pachón, el veterano, el héroe de los ascensos que ejercía como maestro de ceremonias. "Somos la marea, la marea azulona", repetía Celestini mientras empapaba de agua todo lo que se le ponía por el camino. Casquero, el hombre de los goles imposibles, no le andaba a la zaga. De hecho, era el primero en formar en la conga improvisada, que devolvió a la espontánea comitiva de vuelta al vestuario.

Todo era satisfacción anoche en el coliseo getafense. El primero en dejarse ver fue el técnico que ha impregnado a este equipo de un sello tan personal como atractivo. "Estoy muy orgulloso de lo que ha pasado esta noche. Viendo al equipo después de la paliza en el Camp Nou, teníamos que meterle en la cabeza a los jugadores que era posible la remontada. Y han jugado casi a la perfección", explicaba Schuster intentando disimular la felicidad que lo embargaba.

Pocos confiaban en la gesta del Getafe antes del partido, y las palabras confiadas de Schuster en la víspera asegurando que la remontada era posible no eran tomadas muy en serio. Pero la afición se ilusionó y el equipo no les defraudó. "Logramos entre todos inyectar a los jugadores la confianza que hacía falta, y ellos han respondido. Nos ha salido bien y estamos con todo merecimiento en la final", apuntó el entrenador.

A Schuster se le suele atacar un cierto grado de osadía en todo lo que hace y dice: en sus planteamientos en la hora de jugarle al rival y en sus manifestaciones. Ayer, el alemán se jactaba de su capacidad para la premonición. "A veces tienes ciertas sensaciones, es cierto que ahora es muy fácil decirlo, pero sí es verdad que tenía una premonición. No hablaba por hablar. Conociendo la competición, el equipo al que nos enfrentamos, y viendo a los jugadores después de la paliza, confiaba en nuestras posibilidades. Sabía que podíamos hacer un partido como este". Schuster, además, dejó un mensaje para la final en el Bernabéu: "90 minutos es mucho tiempo. Le jugaremos al Sevilla de tú a tú".

A Ángel Torres, el presidente, también le costaba contener la emoción. Detrás de una impostada cara de póquer, al máximo mandatario se le adivinaba la alegría. Se le cayeron los esquemas en el momento de las dedicatorias y los agradecimientos. No cabía en sí de gozo. "Quiero en primer lugar dar las gracias a la afición, por haber mantenido nuestra ilusión. Sabíamos que era posible el milagro", afirmó el presidente. Entre tanta gratitud, Torres también tuvo tiempo para la prudencia. "Hay que tener los pies en el suelo. Hace un tiempo dije que nos precipitábamos, que teníamos que crecer para estar en Europa. Ahora el destino ha querido que lo hagamos este año". Torres, sin embargo, dejó entrever que la próxima temporada su equipo contará con un nuevo entrenador: "Entiendo que a partir de ahora a Schuster le vayan a hacer ofertas desde los mejores clubes, y entiendo también que él quiera progresar en su carrera. A mí me encantaría que se quedara, porque el mérito de este equipo es suyo. Pero si no puede ser habrá que darle las gracias y desearle suerte".

Schuster celebra la victoria rodeado de aficionados y fotógrafos.
Schuster celebra la victoria rodeado de aficionados y fotógrafos.ULY MARTÍN

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